José Moreno Hernández participó en agosto del 2009 en la penúltima misión (STS-128) para completar la construcción de la Estación Espacial Internacional en el espacio.
Ejercicios de aislamientos fueron parte de su entrenamiento. Por ejemplo, permaneció aislado por unos 15 días en el bosque junto a un pequeño grupo. Sabe lo que es estar sin agua, ni comida y en la obligación de encontrar cómo sobrevivir lo mismo en el crudo invierno que en el mar.
¿Cómo manejar el aislamiento? Siga esta entrevista.
Pregunta: Usted participó en una de las misiones más importantes de la NASA. ¿Cómo fue esa preparación? y ahora en esta época de coronavirus y de aislamiento social qué consejos nos puede dar.
Respuesta: Yo participé en la penúltima misión para completar la construcción de la Estación Espacial Internacional. Para prepararse para esa misión hay que hacer muchos entrenamientos y muchos son entrenamientos de aislamiento.
Nosotros ahorita tenemos el privilegio de estar con nuestras familias, pasar tiempo y eso es lo más valioso de nuestra vida el tiempo, porque nunca se puede regresar. Tenemos el lujo de poder pasar y crear recuerdos con nuestros familiares, porque típicamente no estaríamos pasando este tiempo con ellos.
Lo primero que uno tiene que hacer es tener una actitud positiva y comunicación. Hay que tener clara comunicación. Ahorita el barómetro de nuestra paciencia es más sensible porque estamos en un lugar pequeño. Hay que hacer lo que dice la NASA, en los entrenamientos cuando estamos en una misión repetimos lo que queremos cuando se hace un procedimiento. Yo le digo a alguien que va a cambiar un “switch” y él lo repite. Si haces eso en la casa, eso permite dos cosas: primero tú das la instrucción al individuo y ellos te lo repiten. De ahí, tú puedes analizar si lo que pediste es razonable o no, porque lo estas escuchando nuevamente.
P: ¿Cómo se sintió la primera vez que tuvo que aislarse y qué consejos ofrece para las personas que están sin su familia durante esta cuarentena?
R: Pues sí exactamente, dos semanas antes estás en aislamiento, en cuarentena y no puedes ver a tu familia. Aquí es donde digo yo que sirve mucho la tecnología, ahora la tecnología está tan avanzada. Tenemos Skype, Zoom, FaceTime, todas esas aplicaciones se pueden utilizar cuando uno está aislado de la familia. Mis papás viven a diez minutos de donde vivimos nosotros, pero no los veo porque no quiero tomar el riesgo de enfermarlos. Ellos ya son de tercera edad y no quiero tomar ese riesgo. Entonces qué es lo que hacemos, cada noche nos ponemos por Skype y los vemos.
P: Además de la misión espacial, participaste en una misión bajo el agua. ¿Cómo fue eso?
R: Yo hice una misión análoga, una misión lunar en la costa de Florida. Hay un laboratorio debajo del agua. Es tan grande como un cuarto (habitación), es un minisubmarino. Y allí fuimos una tripulación de cinco, donde buceábamos a 60 pies debajo del mar y entramos a un ambiente seco y allí practicas (simulando) que estás dos semanas en la luna. Tienes un horario y hasta hace caminatas en la profundidad del mar, como si estuvieras haciendo caminatas en la luna, poniendo antenas de comunicación y cámaras.
Creo que también ayuda cuando uno esta en aislamiento el crear un horario donde uno dice qué es lo que se va a hacer esta semana y en particular este día, hay que ponerlo en papel. Voy a cortar el césped, voy a leer por dos horas mi libro favorito, voy a jugar con los niños a esta hora.
Es muy importante mantener la mente ocupada y también estás con tu familia y estás creando recuerdos bonitos. Es importante mantener la mente ocupada y hay que fijar metas.
P: Señor Hernández, un último mensaje o aprendizaje que usted se haya llevado de su entrenamiento en la NASA que nos pueda compartir.
R: Yo creo que más bien es la receta que me dio mi papá para poder triunfar en la vida. Cuando yo tenía 10 años y le dije que quería ser astronauta, esa misma noche me llevó a la cocina y me dice has estos cinco pasos: primero define tu meta; segundo, recuerda qué tan lejos estás de esa meta; tercero, crear un mapa, una ruta para saber llegar a tu meta; cuarto, educación, no hay substituto para una educación universitaria; quinto, tienes que echarle ganas.
Yo le agrego el sexto: es la perseverancia, hay que no darse por vencido.