La Organización Mundial de la Salud (OMS) espera un repunte de las muertes por COVID-19 en Europa en octubre y noviembre, dijo el director de la rama europea de esa entidad, Hans Kluge.
En una entrevista de la agencia AFP este lunes, Kluge advirtió que la situación del coronavirus “va a empeorar” en el viejo continente y que una vacuna no marcará el final de la pandemia.
"Ni siquiera sabemos si la vacuna ayudará a todos los grupos de población. Estamos recibiendo indicios que ayudará a un grupo, pero no a otros. Y entonces si tenemos que ordenar diferentes vacunas, eso será una pesadilla logística”, dijo Kluge.
El final de la pandemia, en su opinión, será “el momento que nosotros como comunidad aprendamos a vivir con esta pandemia”.
Se han registrado más de 29 millones de casos de COVID-19 en todo el mundo y más de 924.000 muertes por el virus, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
El domingo, la OMS reportó un día récord de nuevos casos con 307.930.
La cantidad máxima anterior fue de 306.857 el 6 de septiembre. El récord de muertes en un día tuvo lugar el 17 de abril con 12.430.
Estados Unidos acumula más infecciones de COVID-19 que cualquier otro país con más de seis millones, seguido por la India con 4,8 millones y Brasil con 4,3 millones, señalan las estadísticas de Johns Hopkins.
Las cifras diarias de muertos en Estados Unidos han disminuido después de repuntar en agosto, pero los científicos advierten que podrían aumentar de nuevo en el otoño durante el inicio de la temporada de influenza.
La llegada de un clima más frío y la probabilidad de más reuniones bajo techo requerirán que la población mantenga las precauciones de seguridad para evitar contagios, afirman los expertos.
Un artículo en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra sugirió que el uso universal de la mascarilla “pudiera ayudar a reducir la severidad de la enfermedad y asegurar que una mayor proporción de las nuevas infecciones sean asintomáticas”.
Si eso es correcto, dijo el artículo, el uso de la máscara podría convertirse en una forma de inoculación “que generaría inmunidad y desaceleraría la propagación del virus” durante la espera global por una vacuna.
Por otra parte, la farmacéutica AstraZeneca reanudó este lunes los ensayos clínicos para su vacuna después de una suspensión temporal de alrededor de varios días, tras obtener permiso de sus controles de seguridad.
La vacuna de AstraZeneca, que desarrolla en conjunto con la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña, es ampliamente percibida como una de las más avanzadas entre las docenas de vacunas contra el coronavirus en varias etapas de prueba en todo el mundo.