El expresidente Rafael Correa dijo el jueves que la demanda de Ecuador de que sea extraditado de Bélgica es solamente una estratagema del gobierno para acabar con la oposición y añadió que en lugar de ello lo llevará a regresar a la política.
En una entrevista con The Associated Press desde su casa cerca de Bruselas, Correa dijo que no tiene planes de comparecer ante las autoridades ecuatorianas que investigan sus posibles conexiones con el fallido secuestro en el 2012 de un legislador.
El fiscal general de Ecuador demandó esta semana el arresto y la extradición de Correa luego que el expresidente de 55 años no se presentó en una corte en Quito como lo requieren los términos de la investigación.
Correa dijo que el caso tiene motivaciones políticas, para encarcelarlo o impedirle el regreso. "No puedo volver a Ecuador en los próximos ocho o 10 años" si el caso continúa su curso, dijo en la entrevista que dio en inglés.
Añadió que Ecuador ha dejado de ser una democracia funcional e insistió en que el gobierno controla el poder judicial. "No hay división de poderes", dijo. "No hay ya justicia independiente en Ecuador".
Correa asumió el poder en Ecuador en las elecciones del 2006 como un líder joven, carismático, que prometió ayudar a millones de familias pobres. Sus partidarios dicen que proveyó estabilidad política y económica tras un difícil período en la historia ecuatoriana.
Pero también tuvo disputas con la prensa, la comunidad empresarial, grupos indígenas y ambientalistas, al implementar medidas que consolidaron su poder.
El sucesor seleccionado por Correa, Lenin Moreno, ganó la elección presidencial del 2017, pero los dos han tenido un amargo distanciamiento.
Desde que dejó la presidencia el año pasado y se mudó a Bélgica, el país de su esposa, su historial en la presidencia ha sido intensamente examinado.
En junio, el máximo tribunal de Ecuador ordenó la inclusión de Correa en una investigación sobre el fallido secuestro en el 2012 del legislador Fernando Balda en Bogotá, Colombia, donde éste se había refugiado tras una disputa con el presidente.
Correa dijo que se le pidió inicialmente que se presentase en la embajada ecuatoriana en Bélgica, pero que el juez escaló la situación al demandar que se presentase en el país.
Insiste en que no tiene dudas de que las autoridades belgas le permitirán quedarse pese a cualquier pedido de extradición.
"El caso es extremamente político, muy claramente. Así que un país como Bélgica en estos casos no permitirá que nadie ataque los derechos de una persona que vive aquí. Estoy sumamente confiado en que este pedido no será efectivo fuera de Ecuador", dijo. Aún así, va a cambiar su vida en Bélgica.
"Yo quería retirarme de la política al menos por varios años. Quería un poco de paz para mi familia", dijo.
En lugar de ello, mostrando su celular con 3,44 millones de seguidores en un país de 16 millones de habitantes como indicio de apoyo. Correa dice que siente que se ve forzado ahora a defenderse y regresar a la vida política.