![El objetivo del plan es hacer un “medicamento anti COVID-19”. [Foto: Armando Gómez, VOA]](https://gdb.voanews.com/4477aa8c-b46d-43af-8c97-cbc404c774c7_w250_r1_s.jpg)
Ante el escenario de que una posible vacuna contra el coronavirus COVID-19 podría estar lista en 18 meses, en Costa Rica se prepara una solución alternativa con un componente de la sangre.
“Esto es básicamente el plasma completo de la sangre de pacientes ya recuperados para probarla en pacientes activos (enfermos con el virus) “, explicó Román Macaya, presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.).
El tratamiento, que popularmente se conoce como “medicamento anti-COVID-19” y que en realidad es un suero, lo está desarrollando el Instituto Clodomiro Picado, un centro de investigación de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR).
“Esta semana prevemos que ya el Comité de Bioética y el Comité de Farmacoterapia de la C.C.S.S. revisen el protocolo tanto de la donación de sangre como de la recepción por parte de un nuevo paciente y les estaremos informando como eso vaya avanzando”, dijo el pasado 13 de abril Macaya del seguro social costarricense.
Tal y como lo explica en sus redes sociales el Instituto Clodomiro Picado, el objetivo del plan es hacer un “medicamento anti COVID-19”.
“La C.C.S.S tiene los pacientes que están padeciendo la enfermedad del COVID-19, la gran mayoría se recuperarán y podrían funcionar como donadores, los bancos de sangre del seguro social se encargarían de separar la sangre para obtener el plasma”, explicó sobre el inicio del proceso el coordinador de la División Industrial del Instituto, Guillermo León.
El experto detalló que luego de esto, el plasma, la parte líquida de sangre, se enviaría al Clodomiro Picado, donde se purificarían los anticuerpos por medio de un proceso fisicoquímico y formulación y esterilización para producir un medicamento que iría de vuelta a la C.C.S.S. y podría salvar la vida de pacientes con los cuadros más severos.
Se prevé que, por 25 litros de plasma recuperado a partir de donantes, se alcance a producir 50 viales (pequeños frascos de vidrio) de suero anti COVID-19
“Una vez que la Caja Costarricense del Seguro Social nos hiciera llegar el plasma, nosotros tardaríamos tres días en el proceso de manufactura del medicamento y aproximadamente 15 días en el proceso de control de calidad, digamos que en 20 días la Caja tendría ya en sus bodegas el producto listo para ser usado”, detalló León.
En estos momentos los expertos del Clodomiro Picado cuentan con una planta piloto con la cual pueden procesar el plasma de los pacientes recuperados, “de las estrategias que se han discutido antes sobre el uso de anticuerpos que pueden tener efectos terapéuticos, este es el que está a más corto plazo de probar para tener resultados sobre la misma”, detalló Macaya.
El experto de la UCR contó que en esta iniciativa el Instituto cuenta con el apoyo del personal de la Escuela de Ingeniería de Materiales del estatal Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), quienes se encargan de hacer la esterilización del producto a través de un proceso de radiación gamma.
“La esperanza de que este medicamento funcione se basa en evidencia experimental preliminar que incluye pocos casos clínicos, pero que sugiere que se mejora sustancialmente el pronóstico de los pacientes que reciben el tratamiento”, expresó León.
En este escenario las esperanzas están puestas en el Clodomiro Picado y sus 50 años de experiencias, ya que es mundialmente conocido por la fabricación de sueros antiofídicos o contra la inoculación (mordeduras) de serpientes.
En la actualidad el instituto trabaja en cooperación con más de 115 entidades en 31 países distintos.
El proyecto para la elaboración del medicamento se da en el contexto en el cual Costa Rica está elaborando por cuenta propia respiradores, mascarillas y adaptó un centro médico para atender de forma específica a pacientes con COVID-19.
