Cuba, Nicaragua y Brasil aparecen este jueves en la lista de comunicadores encarcelados por su trabajo en 2021 del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), cuyo informe dice que el número global de periodistas detenidos alcanzó una cifra sin precedentes.
Los gobiernos represivos y los autócratas decididos a conservar el poder imponen constantemente nuevas leyes tecnológicas y de seguridad que violan el estado de derecho para ocultar sus abusos e impedir que la información sobre la realidad llegue a la población, dice el informe.
La entidad considera que ha sido un año desolador para los defensores de la libertad de expresión, con 293 periodistas encarcelados en todo el mundo, de 280 el año pasado, 24 muertos haciendo su trabajo y 18 fallecidos en circunstancias sospechosas.
China (50), Myanmar (26) y Egipto (25) encabezan la lista de periodistas detenidos de CPJ, y aunque se observa un gran contraste con tres en Cuba, dos en Nicaragua y uno en Brasil, el reporte señala que ha encontrado un deterioro “perturbador” de la libertad de prensa en la región.
En ese sentido, destaca que México sigue siendo el país más mortal para los comunicadores en el hemisferio occidental, con tres periodistas asesinados por causas directamente atribuidas a sus funciones y otras seis muertes que pudieran ser relacionadas por sus reportes.
El CPJ registró 19 periodistas asesinados en represalia por su trabajo hasta el 1 de diciembre de 2021, de 22 en 2020. Otros tres perecieron cuando reportaban en zonas de conflictos y dos cubriendo protestas callejeras.
El informe explica que las razones del aumento anual de periodistas detenidos, que supera los 250 desde hace seis años, son diferentes en cada país, pero siempre reflejan una tendencia creciente de intolerancia al periodismo independiente.
El caso de China, que encabeza la lista, incluye este año, por primera vez, a periodista detenidos en Hong Kong después de la implementación de la Ley de Seguridad Nacional en 2020. China siempre ha sido implacable para arrestar periodistas, dice el reporte.
Myanmar, el segundo de la lista, no tenía comunicadores en prisión hasta diciembre del año pasado, pero después del golpe militar del 1 de febrero mantiene a 26 en sus prisiones. La situación en el país, dice el CPJ, “es aun peor de lo que refleja esta cifra”.
Del mismo modo, en Bielorrusia, hay 10 periodistas más encarcelados que en el año pasado, producto de las medidas extremas tomadas por el gobierno del presidente Alexander Lukashenko después de las protestas de 2020 contra los resultados de las elecciones presidenciales.
El informe advierte también que no hay que dejarse engañar por un menor número de periodistas detenidos en países tradicionalmente intolerantes para la libertad de prensa, como Turquía y Arabia Saudita, que ocuparon en años anteriores puestos más altos en la lista, donde muchos comunicadores han sido liberados en espera de juicios y se han cerrado medios de prensa independientes.
El informe concluye diciendo que en este “triste año para la libertad de expresión, la intolerancia deja poco margen para el optimismo de que el número de periodistas encarcelados no continúe la tendencia a nuevos récords en un futuro cercano”.
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