La muerte el jueves de al menos 112 palestinos que buscaban ayuda humanitaria en la ciudad de Gaza provocó una amplia condena internacional el viernes tras lo que testigos y funcionarios de salud de Gaza dijeron que fue el resultado del fuego israelí. Israel lo niega, diciendo que decenas de personas se pisotearon entre sí y fueron atropelladas por camiones de ayuda que huían.
Los funcionarios del hospital de Gaza informaron inicialmente de un ataque israelí contra la multitud en la rotonda de al-Nabusi en la parte occidental de la ciudad de Gaza. Testigos dijeron más tarde que las tropas israelíes abrieron fuego mientras la gente sacaba harina y productos enlatados de los camiones de ayuda.
En las últimas semanas ha llegado poca ayuda al norte de Gaza y el hambre es rampante. Las Naciones Unidas han advertido que la hambruna es inminente.
Inicialmente, los funcionarios israelíes reconocieron que las tropas abrieron fuego, diciendo que lo hicieron porque pensaban que la gente que corría hacia los camiones de ayuda "representaba una amenaza".
Pero en una declaración en video publicada más tarde el jueves en la plataforma de redes sociales X, un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel dijo que las tropas sólo dispararon “algunos tiros de advertencia” para dispersar a la gente.
"No se llevó a cabo ningún ataque de las FDI contra el convoy de ayuda", dijo el portavoz, el contraalmirante Daniel Hagari, y agregó que los tanques israelíes estaban presentes para asegurar un corredor humanitario por el que pasara el convoy de 38 camiones.
Las FDI también dijeron inicialmente que "decenas de personas murieron y resultaron heridas por los empujones, pisoteos y atropellos de los camiones". Hagari se hizo eco de eso y dijo que “miles” de habitantes de Gaza se sumaron al convoy de ayuda.
"Algunos comenzaron a empujar violentamente e incluso a pisotear a otros habitantes de Gaza hasta la muerte, saqueando los suministros humanitarios", dijo Hagari.
Dijo que la ayuda sería distribuida por contratistas privados y que las FDI habían llevado a cabo operaciones de socorro similares durante las últimas cuatro noches sin incidentes.
"Este último acontecimiento debe ser investigado a fondo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Olivia Dalton, a los periodistas a bordo del Air Force One, que viajaba con el presidente Joe Biden a la frontera entre Estados Unidos y México.
Dalton calificó el incidente en el norte de Gaza como “tremendamente alarmante y de profunda preocupación para nosotros”. Dijo que la pérdida de vidas fue "profundamente trágica".
"También pensamos que este evento subraya la necesidad de ampliar la ayuda humanitaria para llegar a Gaza", añadió.
Biden predijo a principios de esta semana que las negociaciones entre Estados Unidos, Qatar y Egipto podrían producir un alto el fuego entre Israel y Hamas para el lunes. Pero cuando los periodistas le preguntaron el jueves después del incidente del convoy si todavía cree que eso es posible, respondió “probablemente no para el lunes”. Pero no lo descartó por completo, afirmando que "la esperanza es eterna".
Biden habla con presidente de Egipto y emir de Qatar
La Casa Blanca dijo que Biden tuvo llamadas separadas con el presidente de Egipto y el emir de Qatar, y discutieron tanto las muertes de civiles como la urgencia de concluir las negociaciones sobre rehenes y alto el fuego.
El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su enojo por los tiroteos en una publicación en X, pidiendo verdad, justicia y respeto al derecho internacional.
La jefa de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que estaba “profundamente perturbada por las imágenes de Gaza” y dijo en una publicación en X que se deben hacer todos los esfuerzos posibles para investigar lo sucedido.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su sorpresa a los periodistas en San Vicente y las Granadinas, donde asiste a una cumbre de naciones latinoamericanas y caribeñas.
“Creo que una situación como esta requeriría una investigación independiente efectiva para detectar cómo fue posible y quiénes son los responsables”, afirmó.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a última hora a puertas cerradas a petición de Argelia, el representante del bloque árabe en el consejo de 15 naciones.
El enviado palestino, Riyad Mansour, calificó el incidente de ayuda como una “masacre escandalosa”. Irán, China y la Liga Árabe también denunciaron la violencia.
“Según la información que tenemos, decenas de ellos tienen balazos en la cabeza”, dijo sobre las personas que se encontraban en el lugar. “No es como disparar al cielo para contener a la gente si hay confusión y caos. Fue atacar y matar intencionalmente”.
El consejo no logró acordar un comunicado de prensa redactado por Argelia condenando el incidente porque nombraba a Israel como el perpetrador y algunos diplomáticos dijeron que aún no tenían todos los hechos que rodearon el incidente.
La última violencia elevó el número de muertos palestinos en la guerra de casi cinco meses a más de 30.000, con otros 70.000 heridos y muchos más desaparecidos bajo los escombros, según el Ministerio de Salud de Gaza dirigido por Hamás.
La guerra de Gaza se desencadenó cuando Hamás llevó a cabo ataques terroristas dentro de Israel, matando a 1.200 personas y secuestrando a otras 250, de las cuales alrededor de 100 fueron liberadas durante una breve pausa en noviembre.
[La corresponsal de la VOA en las Naciones Unidas, Margaret Besheer, contribuyó a este informe. Parte de la información contenida en este informe provino de The Associated Press, Agence France-Presse y Reuters]
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