El crecimiento del empleo en Estados Unidos se ralentizó más de lo esperado en julio y la tasa de paro aumentó al 4,3 %, lo que podría avivar el temor a un deterioro del mercado laboral que haga potencialmente vulnerable a la economía a una recesión.
Las nóminas no agrícolas sumaron 114.000 puestos de trabajo el mes pasado, tras un incremento revisado a la baja de 179.000 en junio, informó el viernes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo en su informe sobre el empleo, que el mercado sigue muy de cerca.
Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado un aumento de 175.000 puestos de trabajo, tras la subida de 206.000 de junio. Las estimaciones oscilaban entre 70.000 y 225.000.
El huracán Beryl, que dejó sin electricidad a Texas y azotó partes de Luisiana durante la semana de la encuesta de empleo, probablemente contribuyó al alza menor que las expectativas.
El mercado laboral se está ralentizando más por la baja contratación que por los despidos, ya que las subidas de tasas de interés de la Reserva Federal en 2022 y 2023 frenan la demanda. Los datos del gobierno de esta semana mostraron que las contrataciones cayeron en junio a su nivel más bajo en cuatro años.
Los ingresos medios por hora aumentaron un 0,2 % el mes pasado, tras el 0,3 % de junio. En los 12 meses a julio, los salarios aumentaron un 3,6 %. Fue la menor subida interanual desde mayo de 2021 y siguió a un avance del 3,8 % en junio.
Aunque el crecimiento salarial se mantiene por encima del rango del 3 %-3,5 %, considerado coherente con el objetivo de inflación del 2 % de la Fed, el informe sobre el empleo refuerza la idea de una bajada de tasas en septiembre.
El aumento de la tasa de desempleo desde el 4,1 % de junio supuso el cuarto incremento mensual consecutivo, lo que puede elevar el temor a la persistencia de la expansión económica.
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