Los ritos del Viernes Santo son muy diferentes este año, en que la mayoría de los fieles tienen que celebrar las solemnes ceremonias a través de plataformas de internet en lugar de asistir a las iglesias, en medio de la lucha global contra el coronavirus.
En el contexto actual, el Vaticano y el Papa Francisco han pedido llevar la iglesia al hogar.
En países de la región como Venezuela, por ejemplo, los fieles tratan de honrar sus tradiciones desde los balcones y las puertas de las casas, por televisión, o incluso a través de internet.
Vestidos de morado y con rosarios en la mano, pero tratando de guardar las distancias y con tapabocas, cientos de caraqueños salieron el Miércoles Santo a recibir la imagen del Nazareno de San Pablo, que después de al menos 300 años, salió de su basílica a recorrer de este a oeste las calles de Caracas para acercarse a los fieles.
Una amenaza a la paz y la seguridad global
Más de 1,6 millones de personas han contraído la COVID-19, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
Estados Unidos es el foco global del coronavirus, con más de 466.000 casos.
Le siguen España e Italia con 153.222 y 143.626 respectivamente.
La pandemia “presenta una amenaza significativa al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, potencialmente conducente a un aumento de la violencia social que limitaría nuestra capacidad de combatir la enfermedad”, dijo el jueves el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad.
El presidente estadounidense, Donald Trump, en su informe sobre el virus del jueves, planteó la posibilidad de que una prueba masiva del virus esté garantizada en Estados Unidos, incluso cuando algunos portadores del coronavirus son asintomáticos.
“Estamos hablando de 325 millones de personas y eso no va a suceder, como ustedes pueden imaginar, y tampoco sucederá en otros lugares. Otros países lo hacen, pero de una forma limitada”, dijo Trump.
La administración está más enfocada en reabrir la economía, casi totalmente cerrada por el virus. Más de 16 millones de estadounidenses han solicitado compensación por desempleo.
Los ministros de finanzas de los 19 países de la zona del euro acordaron el jueves un paquete de más de medio billón de euros para ayudar a compañías, trabajadores y sistemas de atención de la salud a mitigar las consecuencias económicas de la pandemia.
Las medidas permitirán a Italia y España un rápido acceso al fondo de rescate siempre y cuando el dinero se use para las necesidades de sus sistemas de atención de la salud.
La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, advirtió que la pandemia del coronavirus podría conducir a la peor depresión económica mundial desde la década de 1930.
Georgieva dijo el jueves que los gobiernos ya han volcado 8 billones de dólares en programas para mantener a las economías a flote, pero se necesitará más.
Señaló que los países en desarrollo y los mercados emergentes serán los más afectados y que una recuperación parcial no se verá hasta 2021.