La decisión del gobierno de Argentina de expropiar a la petrolera española Repsol su participación mayoritaria en YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), que había sido privatizada en los años ’90, responde, según el periodista argentino Gustavo Mura, a causas más profundas.
“Tenemos una crisis económica encubierta” que repercute en una crisis de desinversión en el sector de energía y la producción en general y también social con un aumento del desempleo. Para Mura, la respuesta del gobierno argentino parece ser: más populismo.
A la vez, indica que detrás de la medida se oculta la necesidad de buscar más capital para seguir haciendo funcionar el modelo político y no descarta que puedan recurrir al gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, para financiar la exploración y explotación que deben encarar y para lo cual Argentina no dispone de fondos.
La intención, según Mura, es usar la bandera del populismo para buscar “una nueva caja “ de recursos.
Mura no duda en comparar la táctica de recurrir al aplauso público, con la táctica populista empleada por los militares en los ’80 cuando lanzaron la guerra de las Malvinas para mantener el poder.
También el periodista argentino critica la falta de autocrítica del oficialismo y sostiene que no solamente no ofrecerán una disculpa por los errores cometidos, sino que además se apoyarán en el populismo para seguir adelante con el proceso, sin reparar en la repercusión internacional “porque no les importa”, afirma.
El exitoso populismo
Entrevista con el periodista y analista de política y economía de Argentina, Gustavo Mura:
¿Qué hay detrás de esta medida de expropiación? ¿Cómo es que el gobierno argentino llega a esta decisión?
“Tomando como modelo lo que ya se ha planteado como un modelo exitoso para los gobiernos populistas de América Latina, Argentina, siguiendo el orden tal vez que ahora se impone, decide expropiar la petrolera YPF, que en la década del ’90 había privatizado.
Se repiten los nombres y hasta los personajes desde el punto de vista político, teniendo en cuenta que la familia Kirchner, ha sido uno de los apellidos. Primero Néstor y luego Cristina Fernández de los cuál hay datos en hemerotecas y videotecas que se puede consultar en Youtube, donde pedían a gritos la privatización de la petrolera estatal (YPF).
Pero ahora los tiempos imponen que precisamente se vaya en camino contrario".
¿Por qué?
“¿Por qué?... eso es algo que aquí en Argentina parece que nadie está dispuesto a develar. Lógicamente se dice puertas afuera, pero no puertas adentro.
La Argentina está atravesando una crisis desde distintos puntos de vista.
Una crisis energética, no hay inversión. La desinversión en energía, tanto eléctrica, como petrolera o minera, o cualquier otro tipo de explotación que uno pueda imaginar en Argentina está absolutamente abandonada. Esto, fundamentalmente, desde el año 2001, cuando se produce la crisis en Argentina.
A partir de allí, la irrupción de Néstor Kirchner en el poder, hubo otras prioridades, lo cual en ese momento era hasta lógico y fue seguido por toda la población.
Pero la desinversión en energía es algo recurrente en el país y de lo cual se venía advirtiendo desde hace tiempo.
La crisis económica que está fundamentada en toda la violación de los indicadores oficiales, algo que ya lo dialogamos con la Voz de América sobre cómo en Argentina se adulteraron todos los números que reflejan la marcha de la economía en Argentina, revelan que tenemos una crisis económica encubierta.
Tenemos una crisis social como consecuencia de esa crisis económica, y el desempleo cada vez es mayor, y cada vez es más grande la dependencia del asistencialismo que brinda el estado y la dependencia de la población con respecto a los empleados y la carga pública. Por eso es que aquí en Argentina se rompió con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que no hubiera auditorías de la macro y la microeconomía del país.
¿Eso explica parte de la decisión?
“Desde distintos puntos de vista enfrentamos una situación de crisis. Y la Argentina ahora se vale, como en algún momento se valió (el presidente de la dictadura Leopoldo) Galtieri para permanecer en el poder y para regocijo de su ego con la invasión a Malvinas, en este caso el gobierno de Cristina de Kirchner, se vale de un recurso similar –salvando las distancias-, que es un recurso de neto corte populista similar, que es el de tomar una petrolera que le pertenece al gobierno argentino, pero que la concedió mediante contratos a capitales privados, que en este caso tienen sede en España.
Pero eso no quiere decir que se haya tocado a España en general, porque Repsol está integrada por capitales españoles, franceses, suecos, hay de todo.
Pero aquí lo que se hace es tomar una bandera y a partir de ello buscar el aplauso popular, con lo cual se recurre a una nueva caja. Es que aquí en Argentina se han agotado las cajas de recaudación, y así se acude a una nueva caja para de esta forma seguir manteniendo una política.
Pero bien, los cálculos no son nada halagüeños, porque Argentina va a tener que indemnizar al consorcio Repsol.
Lógicamente, lo va a hacer en cómodas cuotas, porque esto va a ir a tribunales internacional y es probable que ni siquiera sea el gobierno de Cristina de Kirchner quien lo termine pagando. Y además, bajo la argumentación de que hay que explorar para luego explotar, en ese caso Argentina no tiene dinero para hacer ni siquiera una exploración petrolera, por lo cual va a tener que recurrir a empresas internacionales que se ocupen de esta cuestión”.
¿Quién lo hará?
“Ese por tanto es otro tema para resolver. ¿Quién será el aportante de dinero para la exploración y posterior explotación de petróleo ahora en la YPF del estado?
Se me ocurre rápido y sin hurgar mucho en el arcón de los recuerdos: se me ocurre Hugo Chávez, el amigo con dinero y al cual Argentina lo mira como espejo, como un socio que podría llegar a entrar para este tema. Y aquí es donde Argentina comenzaría a nutrirse nuevamente con dinero fresco y hacerse del aplauso popular. Porque como un deja vú de lo que fue la declaración del default de Argentina en el 2001, durante el anuncio estaban todos los políticos del partido gobernante, aplaudiendo la decisión de Cristina Fernández.
Pero no toda Argentina está en eso”.
La oposición por su parte dice: a nadie en el gobierno se le cae una disculpa, ¿por qué?
“Este gobierno se ha olvidado de muchas cosas, como el brutal enriquecimiento del matrimonio presidencial o cualquier que haya pasado por la función pública y nadie rinde cuentas de nada. ¿A quién es esperable que se le caiga una disculpa? No, no se les va a caer ninguna disculpa a nadie”.
¿La medida ha sido bien recibida en Argentina?
“Es muy simple. Aquí el 54% de la población apoyó a Cristina Fernández y estimo que ese mismo porcentual es la cantidad de empleados públicos que tiene el país.
En la medida que esa gente siga dependiendo del estado, todo el discurso va a ser creíble y aplaudido, y cualquier cosa que vaya en sentido contrario va a ser repudiada y hasta diría ignorada.
Basta que la presidenta diga que tal diario o canal miente, para que todos quienes comen de su mano, le crean. Es así de simple”.
¿Y las sanciones y cuestionamientos internacionales?
“No les importa, son soberbios y altaneros. Pueden ver como fue el discurso presidencial Cristina de Kirchner, que monta una escenografía y pone detrás suyo una imagen de Eva Perón para simbolizar que detrás de su discurso está el aval de quien fue en algún momento la abanderada de los humildes.
Con esa iconografía es como busca conquistar -y de hecho lo hace- a las masas, que en Argentina tienen muy afianzada su tradición peronista. Aquí más que argentinos hay una República Peronista. Pero bajo ese discurso todos cierran filas y la clase política, salvo la oposición, la clase política es peronismo gobernante. El país es prácticamente un país peronista y hay un porcentaje muy bajo de gente que pueda influir en ese tipo de decisiones. Es así, van en este camino, hoy la vida les sonríe y mientras les sonría van para adelante. En algún momento cambiarán, pero lamentablemente no es este el momento.
En Argentina ya tenemos una historia que demuestra que lo que menos importa es la seguridad jurídica”.
“Tenemos una crisis económica encubierta” que repercute en una crisis de desinversión en el sector de energía y la producción en general y también social con un aumento del desempleo. Para Mura, la respuesta del gobierno argentino parece ser: más populismo.
A la vez, indica que detrás de la medida se oculta la necesidad de buscar más capital para seguir haciendo funcionar el modelo político y no descarta que puedan recurrir al gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, para financiar la exploración y explotación que deben encarar y para lo cual Argentina no dispone de fondos.
La intención, según Mura, es usar la bandera del populismo para buscar “una nueva caja “ de recursos.
Mura no duda en comparar la táctica de recurrir al aplauso público, con la táctica populista empleada por los militares en los ’80 cuando lanzaron la guerra de las Malvinas para mantener el poder.
También el periodista argentino critica la falta de autocrítica del oficialismo y sostiene que no solamente no ofrecerán una disculpa por los errores cometidos, sino que además se apoyarán en el populismo para seguir adelante con el proceso, sin reparar en la repercusión internacional “porque no les importa”, afirma.
El exitoso populismo
Entrevista con el periodista y analista de política y economía de Argentina, Gustavo Mura:
¿Qué hay detrás de esta medida de expropiación? ¿Cómo es que el gobierno argentino llega a esta decisión?
“Tomando como modelo lo que ya se ha planteado como un modelo exitoso para los gobiernos populistas de América Latina, Argentina, siguiendo el orden tal vez que ahora se impone, decide expropiar la petrolera YPF, que en la década del ’90 había privatizado.
Se repiten los nombres y hasta los personajes desde el punto de vista político, teniendo en cuenta que la familia Kirchner, ha sido uno de los apellidos. Primero Néstor y luego Cristina Fernández de los cuál hay datos en hemerotecas y videotecas que se puede consultar en Youtube, donde pedían a gritos la privatización de la petrolera estatal (YPF).
Pero ahora los tiempos imponen que precisamente se vaya en camino contrario".
¿Por qué?
“¿Por qué?... eso es algo que aquí en Argentina parece que nadie está dispuesto a develar. Lógicamente se dice puertas afuera, pero no puertas adentro.
La Argentina está atravesando una crisis desde distintos puntos de vista.
Una crisis energética, no hay inversión. La desinversión en energía, tanto eléctrica, como petrolera o minera, o cualquier otro tipo de explotación que uno pueda imaginar en Argentina está absolutamente abandonada. Esto, fundamentalmente, desde el año 2001, cuando se produce la crisis en Argentina.
A partir de allí, la irrupción de Néstor Kirchner en el poder, hubo otras prioridades, lo cual en ese momento era hasta lógico y fue seguido por toda la población.
Pero la desinversión en energía es algo recurrente en el país y de lo cual se venía advirtiendo desde hace tiempo.
La crisis económica que está fundamentada en toda la violación de los indicadores oficiales, algo que ya lo dialogamos con la Voz de América sobre cómo en Argentina se adulteraron todos los números que reflejan la marcha de la economía en Argentina, revelan que tenemos una crisis económica encubierta.
Tenemos una crisis social como consecuencia de esa crisis económica, y el desempleo cada vez es mayor, y cada vez es más grande la dependencia del asistencialismo que brinda el estado y la dependencia de la población con respecto a los empleados y la carga pública. Por eso es que aquí en Argentina se rompió con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que no hubiera auditorías de la macro y la microeconomía del país.
¿Eso explica parte de la decisión?
“Desde distintos puntos de vista enfrentamos una situación de crisis. Y la Argentina ahora se vale, como en algún momento se valió (el presidente de la dictadura Leopoldo) Galtieri para permanecer en el poder y para regocijo de su ego con la invasión a Malvinas, en este caso el gobierno de Cristina de Kirchner, se vale de un recurso similar –salvando las distancias-, que es un recurso de neto corte populista similar, que es el de tomar una petrolera que le pertenece al gobierno argentino, pero que la concedió mediante contratos a capitales privados, que en este caso tienen sede en España.
Pero eso no quiere decir que se haya tocado a España en general, porque Repsol está integrada por capitales españoles, franceses, suecos, hay de todo.
Pero aquí lo que se hace es tomar una bandera y a partir de ello buscar el aplauso popular, con lo cual se recurre a una nueva caja. Es que aquí en Argentina se han agotado las cajas de recaudación, y así se acude a una nueva caja para de esta forma seguir manteniendo una política.
Pero bien, los cálculos no son nada halagüeños, porque Argentina va a tener que indemnizar al consorcio Repsol.
Lógicamente, lo va a hacer en cómodas cuotas, porque esto va a ir a tribunales internacional y es probable que ni siquiera sea el gobierno de Cristina de Kirchner quien lo termine pagando. Y además, bajo la argumentación de que hay que explorar para luego explotar, en ese caso Argentina no tiene dinero para hacer ni siquiera una exploración petrolera, por lo cual va a tener que recurrir a empresas internacionales que se ocupen de esta cuestión”.
¿Quién lo hará?
“Ese por tanto es otro tema para resolver. ¿Quién será el aportante de dinero para la exploración y posterior explotación de petróleo ahora en la YPF del estado?
Se me ocurre rápido y sin hurgar mucho en el arcón de los recuerdos: se me ocurre Hugo Chávez, el amigo con dinero y al cual Argentina lo mira como espejo, como un socio que podría llegar a entrar para este tema. Y aquí es donde Argentina comenzaría a nutrirse nuevamente con dinero fresco y hacerse del aplauso popular. Porque como un deja vú de lo que fue la declaración del default de Argentina en el 2001, durante el anuncio estaban todos los políticos del partido gobernante, aplaudiendo la decisión de Cristina Fernández.
Pero no toda Argentina está en eso”.
La oposición por su parte dice: a nadie en el gobierno se le cae una disculpa, ¿por qué?
“Este gobierno se ha olvidado de muchas cosas, como el brutal enriquecimiento del matrimonio presidencial o cualquier que haya pasado por la función pública y nadie rinde cuentas de nada. ¿A quién es esperable que se le caiga una disculpa? No, no se les va a caer ninguna disculpa a nadie”.
¿La medida ha sido bien recibida en Argentina?
“Es muy simple. Aquí el 54% de la población apoyó a Cristina Fernández y estimo que ese mismo porcentual es la cantidad de empleados públicos que tiene el país.
En la medida que esa gente siga dependiendo del estado, todo el discurso va a ser creíble y aplaudido, y cualquier cosa que vaya en sentido contrario va a ser repudiada y hasta diría ignorada.
Basta que la presidenta diga que tal diario o canal miente, para que todos quienes comen de su mano, le crean. Es así de simple”.
¿Y las sanciones y cuestionamientos internacionales?
“No les importa, son soberbios y altaneros. Pueden ver como fue el discurso presidencial Cristina de Kirchner, que monta una escenografía y pone detrás suyo una imagen de Eva Perón para simbolizar que detrás de su discurso está el aval de quien fue en algún momento la abanderada de los humildes.
Con esa iconografía es como busca conquistar -y de hecho lo hace- a las masas, que en Argentina tienen muy afianzada su tradición peronista. Aquí más que argentinos hay una República Peronista. Pero bajo ese discurso todos cierran filas y la clase política, salvo la oposición, la clase política es peronismo gobernante. El país es prácticamente un país peronista y hay un porcentaje muy bajo de gente que pueda influir en ese tipo de decisiones. Es así, van en este camino, hoy la vida les sonríe y mientras les sonría van para adelante. En algún momento cambiarán, pero lamentablemente no es este el momento.
En Argentina ya tenemos una historia que demuestra que lo que menos importa es la seguridad jurídica”.