La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) advirtió que el mundo no está preparado para la próxima pandemia y esta tendría graves consecuencias globales de salud, económicas y sociales.
La Federación acaba de divulgar su informe anual con una diferencia de los anteriores, haciendo énfasis en la crisis global desatada por la pandemia de COVID-19 y advirtiendo de los peligros que podría provocar una nueva emergencia de salud de proporciones similares.
Regularmente, los informes anuales de la IFRC hacen recuentos de los desastres naturales, como terremotos, inundaciones y sequías, que causaron devastaciones en el último año, y los cataloga por su intensidad y destrucción.
El secretario general de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo que los autores del reporte llegaron a la conclusión de que la pandemia del coronavirus ha sido el mayor desastre de la historia reciente, desde cualquier punto de vista.
“No creo que haya otros desastres, huracanes, terremotos, sequías o inundaciones, que puedan competir con el terrible costo humano y socioeconómico. Los estimados más conservadores calculan que 6,5 millones de personas murieron de COVID-19 en estos tres años, pero todos sabemos que la cifra pudiera ser mucho, mucho mayor”, señaló Chapagain.
Y el costo financiero, agregó, es impresionante. Según el Fondo Monetario Internacional, el costo de la pandemia en los últimos tres años es de 13,8 billones de dólares.
Chapagain advirtió que la pandemia de COVID-19 debería ser un llamado de alerta para una nueva crisis de salud y que la Organización Mundial de la Salud y múltiples epidemiólogos han advertido que los brotes de enfermedades se están haciendo más frecuentes.
Estos brotes están siendo impulsados por factores como el cambio climático, el mayor movimiento de bienes y servicios, y también la desigualdad. El éxito para prevenir futuras crisis de salud, dijo, depende de fomentar la confianza entre los líderes mundiales, dentro y entre las comunidades y los países.
“Sin la confianza, la medidas para contrarrestar una pandemia no serán aceptadas e implementadas por las personas que más las necesitan. La preparación requiere igualdad ... porque las emergencias de salud pública aumentarán y agravarán las desigualdades existentes”, añadió.
Chapagain dijo que las organizaciones comunitarias son una parte integral de la preparación y la respuesta a una pandemia. Los actores locales y las comunidades juegan papeles importantes en la primera línea de defensa y en todas las fases del manejo de un brote sanitario.
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