Cuba aprobó 400 vuelos semanales en todo el país, contra los 63 que opera actualmente, a partir del 15 de noviembre, cuando se espera el inicio de la normalización del transporte aéreo, vital para la economía de la isla.
La nación caribeña mejoró sus indicadores con relación a la pandemia del nuevo coronavirus al bajar de 9.000 casos diarios a unos 500 este martes. También disminuyó radicalmente la mortalidad en las últimas semanas, por lo que inició un proceso para eliminar las medidas de aislamiento social.
El Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó el martes que de las más de 400 frecuencias semanales aprobadas, 147 provendrán de Estados Unidos -hogar de la mayor comunidad cubana en el exilio-, aunque las líneas áreas de ese país todavía no han confirmado sus vuelos debido a los permisos especiales que requieren de Washington para viajar a la isla, sometida a sanciones.
“En las últimas semanas se ha desarrollado un intenso trabajo de rehabilitación en las principales terminales”, explicó Rodríguez, quien indicó que se ampliaron las áreas especialmente en aduana, se puso acceso de internet para los viajeros y hasta se incrementó el número de carritos transportadores.
La paulatina apertura correrá también para la decena de aeropuertos internacionales de todo el país.
Cuba anunció que, junto con el levantamiento de las restricciones de movilidad para sus ciudadanos y extranjeros, cambiará el protocolo contra el COVID-19 eliminando la cuarentena obligatoria en lugares aislados pero exigirá esquemas de vacunación o PCR a las personas que arriben.
En estos días las autoridades comenzaron a levantar restricciones de movimiento -incluidos el toque de queda nocturno en La Habana y en otras poblaciones-, el transporte público se incrementó y se quitaron las barreras interprovinciales; aunque todavía se está lejos de satisfacer la demanda acumulada en estos meses.
Los jóvenes y niños comenzaron -o lo harán en los próximos días en función de los grados que cursan- las clases presenciales.
Cuba contuvo la pandemia de COVID-19 durante 2020 cerrando sus fronteras y mediante un procedimiento de pesquisa casa por casa. Pero a fines del año pasado reabrió al tiempo que la variante Delta ingresó al país ocasionando un rebrote que puso en crisis el sistema de salud en algunas provincias como Matanzas o Ciego de Ávila.
En mayo, Cuba -con una población de 11 millones de habitantes- inició un proceso de vacunación masiva con sus inoculantes de producción nacional Soberana 02, Soberana Plus y Abdala a partir de los dos años de edad.
Según el Ministerio de Salud, al 31 de octubre 7,2 millones de personas tenían su esquema completo de vacunación -en la isla son tres dosis-.
Desde marzo de 2020, cuando se detectó el primer paciente, se han registrado 953.000 positivos al COVID-19 de los cuales fallecieron 8.246.