La región se blinda
La región se blinda frente al cólera
Las autoridades sanitarias de México, Venezuela y Costa Rica han reforzado la vigilancia epidemiológica en sus aeropuertos internacionales para evitar riesgos, pese la poca claridad de la información que llega desde la isla.
La secretaría de Salud de México ha revisado 12 vuelos procedentes de Cuba desde el 4 de julio, aplicando un operativo preventivo que incluye la instalación de un filtro sanitario para pasajeros de vuelos procedentes de Cuba.
Venezuela y Costa Rica también reciben vuelos directos desde La Habana y de allí que también hayan tomado medidas.
Por su parte las autoridades sanitarias de Florida, han negado la existencia de ningún riesgo y han descartado actuar preventivamente. " Quiero asegurar a los floridianos que su seguridad está garantizada gracias a los esfuerzos de supervisión y prevención", aseguró el subsecretario del departamento de Salud de Florida, Steven Harris.
El Departamento además recomienda a las persona que viajen a países afectados por el cólera como Haití, la República Dominicana o la propia cuba que tomen precauciones como beber solo agua embotellada, lavarse las manos con agua limpia y jabón, usar las letrinas y cocinar los alimentos adecuadamente.
Fuentes cercanas al gobierno de Cuba cifraron el martes día 11 de julio los casos de cólera dentro del país en 110 personas, un aumento del 25 % con respecto a los 85 casos reportados oficialmente el día anterior. El gobierno reconoce tres muertes en la provincia de Granma.
Sin embargo, distintas fuentes independientes, periodísticas y médicas confirman la existencia de casos en otras zonas del país y un número más elevado de muertos.
Desde Santiago de Cuba, Ángel Jiménez, presidente de la asociación independiente Colegio Médico Oriental, que atiende a las personas más desfavorecidas a pie de calle, rechaza las cifras oficiales. Jiménez asegura que hay afectados y muertos en Santiago de Cuba, vecina a Granma. Sin embargo, se queja de no poder ofrecer cifras concretas y verificables pues “desde que vivimos en este régimen, el sistema estadístico no es confiable”, ha asegurado a la Voz de América.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su parte sí da por válidas las cifras oficiales, aunque uno de sus asesores matiza que los datos pueden no estar al día. “Estamos seguros de que esa cifra es exacta, el país tiene un sistema veraz, aunque a veces se demora en reconocer los casos mientras los verifica”, dijo a la Voz de América el médico asesor de OPS en Cuba Jorge Hadad.
En contra de lo asegurado por el doctor Jiménez, que tiene informaciones de casos en el centro del país y es testigo de otros en la provincia de Santiago, el gobierno y la OPS, aseguran que el brote está contenido en la provincia de Granma, especialmente en Manzanillo. El doctor Hadad, por su parte niega la posibilidad de una expansión descontrolada de la bacteria.
“El riesgo siempre existe, porque las personas además de con sus maletas viajan también con sus enfermedades, pero al haber un buen control del foco y de sus movimientos es previsible que la extensión sea muy limitada” aseguró el asesor de la OPS .
Alrededor de 4.000 personas se encuentran hospitalizadas en todo el país con síntomas parecidos a los del cólera, es decir, diarrea aguda. Ambos doctores coinciden en que durante el verano esto es una situación normal, y sólo una ínfima parte de los enfermos estarían infectados por la bacteria. “Las enfermedades estomacales son la segunda causa de mortalidad Cuba, después de las respiratorias”, asegura Hadad.
Los habitantes de la isla reciben una información limitada del brote a través del diario oficial, Granma, y las televisiones y radios locales que recomiendan lavarse las manos a menudo, hervir el agua y tomar precauciones con los pozos. “A esa información habría que añadirle ayuda del gobierno para que los más desfavorecidos puedan comprar material de higiene como jabón”, asegura el doctor Jiménez.
En conversación con la Voz de América, el periodista independiente Luís Felipe Rojas aseveró que esas recomendaciones sanitarias y de higiene son confusas, pues no aluden claramente al problema del cólera. “No lo dicen a las claras” para evitar reconocer el fracaso del sistema público de salud, uno de los pilares ideológicos del régimen, explica. Hadad, en cambio, confirma que el país cumple con todas las medidas preventivas recomendadas por la OPS.