Las promesas de campaña del presidente Joe Biden de hacer regresar las relaciones de Estados Unidos con Cuba al punto donde las dejó el expresidente Barack Obama no se concretaron durante su primer año en la Casa Blanca.
Biden aseguró que "revertiría las políticas fallidas de Trump que han causado daño a los cubanos y sus familias", en una entrevista en septiembre de 2020 con el canal NBC de Miami.
Al comienzo de su mandato, no obstante, las expectativas se redujeron un poco después que la secretaria de prensa, Jen Psaki, admitió ante periodistas que Cuba no era "una de las principales prioridades" de Estados Unidos.
Y efectivamente, ha pasado un año desde que ganó las elecciones y llegó a la Casa Blanca y hasta el momento no avanzó en temas como el restablecimiento del envío de remesas familiares, ni reabrió los servicios consulares interrumpidos por Trump, una medida en respuesta al conocido "Síndrome de La Habana".
Biden tampoco ha permitido que los ciudadanos estadounidenses viajen a Cuba en virtud de una amplia categoría de permisos que justificaban los viajes a la isla -prohibidos por el embargo económico de más de seis décadas- que sí fueron permitidos en la era de Obama pero que suprimió Trump.
¿Por qué el mandatario demócrata frenó en seco su dirección hacia una apertura de relaciones con el gobierno comunista de Cuba? ¿Qué peso tiene la actual situación de derechos humanos en la decisión de que Washington continúe implementando medidas punitivas contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel?
Las protestas masivas del 11 de julio de 2021 fueron un parteaguas en la historia del descontento popular en la isla. Organizaciones de derechos humanos han cifrado en más de 1.000 detenidos tras las manifestaciones, centenares de personas encarceladas y decenas de ciudadanos enjuiciados o a espera de procesos penales.
En noviembre del pasado año, la Subsecretaria Adjunta para asuntos del hemisferio occidentalla de Estados Unidos, Emily Mendrala, confirmó que el gobierno de Biden daba pasos en el contexto de la protestas para "hacer rendir cuentas" a La Habana y a la vez dar "apoyo al pueblo cubano".
"El presidente Biden nos ha dirigido a tomar ciertos pasos hacia Cuba, específicamente después de las protestas del 11 de julio (...) pasos que promuevan la rendición de cuentas de abusos que vimos el 11 de julio y los días siguientes. Nosotros vimos violencia, arrestos, detenciones. Ahora vemos sentencias de 15 a 30 años para las personas que simplemente salieron a las calles para utilizar su voz y hacer peticiones a su propio gobierno", dijo Mendrala a la VOA.
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Expertos consultados por la Voz de América explican aspectos clave de la política exterior hacia Cuba durante este año de parte de la administración Biden-[Kamala]Harris.
1-Sobre el apoyo al pueblo cubano
“Hay una incógnita”, explica a la VOA el analista político Mateo Haydar, quien asiste con sus investigaciones sobre Latinoamérica a Heritage Foundation en Washington DC.
Haydar considera que al presidente Biden le ha tocado mantener, no sólo en Cuba sino en el tema de la libertad en la región, una política de “bajar la temperatura” al enfoque de derechos humanos, “pero por un lado tiene que mantener ciertas restricciones”.
Visto así, enfatiza Haydar, “el ejemplo más claro que todos sabemos es el tema del internet. La administración Biden lleva, ya casi va a cumplir el año yo creo, prometiendo que él va a buscar una solución para el tema del internet en Cuba, o hablando del tema del internet en Cuba y simplemente no le ha dado realmente importancia al tema para encontrar una solución real”.
Tras los sucesos de del 11J, la Casa Blanca se solidarizó con los detenidos y emitió sanciones a altos funcionarios del gobierno cubano, sin embargo, estas medidas no son suficientes, opina.
“Lo que vemos después de ahí es que no se han ofrecido herramientas adicionales para limitar la capacidad del régimen. Y por otro lado, para empoderar la comunicación en la libre expresión entre las fuerzas de la libertad en Cuba”, concluye.
2-Un plan de medidas
La Administración Biden-Harris informó tras los primeros meses que se mantenía “revisando la política hacia Cuba”. Aclaró entonces que otras eran sus "principales prioridades".
Entrado el verano, las acciones represivas del gobierno cubano contra los manifestantes obligó a la Casa Blanca a anunciar una serie de pasos que la alejó de cualquier reconciliación con La Habana.
3-Las sanciones
Tras los acontecimientos de las protestas del verano, las condenas públicas por la censura y la represión, sanciones a altos mandos militares y la adhesión a declaraciones de rechazo a las violaciones de derechos humanos no se hicieron esperar, pero enrumbaron el camino de Washington hacia la profundización del distanciamiento entre los gobiernos.
4-Estrategias
El analista Fulton Armstrong, quien ha servido en varios periodos por sus conocimientos de la región, tanto en el Senado como en la rama ejecutiva, considera que a Biden le ha faltado asesoría en el tema cubano.
“Me he quedado un poco decepcionado de que su equipo no le ha brindado la información y el análisis necesarios, en las estrategias sobre asuntos externos, pero también en asuntos políticos para lograr y para seguir las políticas que él estaba apoyando cuando el presidente Biden era vicepresidente [en el gobierno de Barack Obama]”, señala.
Para Armstrong, quien actualmente labora en el Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University en Washington DC, hubo un error estratégico al abordar las protestas del 11 de julio en Cuba
“Yo creo que la administración no entendió lo que estaba pasando en la isla, que sí, que hubo manifestaciones, que sí fue una manifestación hasta cierto punto mostrando los intereses y las preocupaciones del pueblo, pero también la administración se puso en cierto tipo de triunfalismo pensando que al fin iban a lograr su gran meta de cambio de régimen”, zanjó.
5-Proyectos legislativos
Senadores y representantes, principalmente republicanos, lanzaron sus estrategias, intentando ir por un camino diferente al dictado por la Casa Blanca.
La representante (R-FL) María Elvira Salazar y el senador (R-FL) Mario Díaz-Balart han impulsado los proyectos legislativos "Operación Starfall" y 'Patria y Vida', respectivamente, proponiendo ofrecer internet libre al pueblo cubano.
6-Los derechos humanos como "tema partidista"
A solicitud de comentarios de la VOA, la representante (R-FL) María Elvira Salazar coincidió con el analista Haydar en que las medidas tomadas contra La Habana no son suficientes.
“Esta administración no ha tomado medidas más enérgicas contra el régimen debido a la persistente simpatía de la izquierda por los opresores del pueblo cubano. Lamentablemente, los Derechos Humanos en Cuba se han convertido en un tema partidista para esta administración”, afirmó.
Salazar señaló a La Habana por haber “sentenciado inexcusablemente a niños de hasta 17 años a largas penas y tortura por marchar pacíficamente en las calles” y en ese sentido extendió las exigencias de la comunidad cubana en el exilio a la administración demócrata.
“No podemos ser blandos con los dictadores, especialmente con los que asesinan a su pueblo y conspiran contra Estados Unido, afirmó.
7-Reacciones del gobierno cubano
A cada tanto, el gobierno de La Habana responde acusando a Washington de interferir en los asuntos internos del país o financiar a las voces críticas de la oposición.
El tema del embargo económico a la isla, que data de febrero de 1962, es motivo de querella que La Habana saca a relucir ante cualquier lance político entre las dos orillas. Los opositores al gobierno de La Habana estiman que el embargo es un pretexto para justificar años de mala administración y fallas del sistema socialista instalado hace décadas en La Habana.