Las nuevas medidas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para los ciudadanos que viajan a Cuba entran en efecto este viernes, como parte de los esfuerzos del presidente Barack Obama de normalizar las relaciones con el país comunista.
Muchas gente en Cuba, especialmente, los comerciantes, cuentan con que los ciudadanos estadounidenses aprovechen su nueva libertad de gastar e invertir en Cuba.
Alexis Batista, un bartender en La Habana, es optimista. “El alivio del embargo económico nos va a beneficiar de muchas formas, en el sentido económico, va a haber una mayor apertura, las vidas de la gente mejorarán. Pienso que será bueno, pero las autoridades decidirán eso durante las negociaciones” dice Batista.
Los viajeros estadounidenses podrán importar hasta $400 dólares en artículos comprados en Cuba para uso personal, incluyendo $100 dólares en tabaco y alcohol.
Algunos estadounidenses selectos podrán viajar a Cuba sin obtener un permiso especial del gobierno, pero el turismo en general continuará prohibido. Quienes tengan familiares en Cuba, pertenezcan a grupos de ayuda, grupos religiosos o periodistas podrán viajar libremente.
Orlando Veliz, un cocinero en un restaurante en La Habana dice que “Pensamos que más estadounidenses vendrán, tendremos más clientes, sin importar el país siempre es bueno para la economía, para nuestros propios negocios”.
Las nuevas medidas también aumentarán el límite de los envíos de dinero y permitirá a las instituciones financieras estadounidenses establecer cuentas en bancos cubanos.
Sin embargo, las medidas adoptadas por el presidente Obama no reemplazan completamente el embargo comercial de cinco décadas contra Cuba. Dependerá del Congreso poner fin a las restricciones, pero algunos legisladores se oponen a cualquier atenuación de las sanciones diciendo que eso no alentará el progreso de la democracia en Cuba.
