El presidente Raúl Castro reconoció una demora en el programa de ajuste laboral que pretende cerrar medio millón de puestos de trabajo en el sector estatal en marzo.
La denominada ‘actualización’ del modelo cubano, prevé la reducción de las plazas innecesarias con el objetivo de incrementar la eficiencia económica.
Castro envió un comunicado alertando de que "una tarea de esta magnitud que afecta de un modo u otro a tantos ciudadanos no puede enmarcarse en plazos inflexibles, y su ritmo de avance dependerá de nuestra capacidad para crear las condiciones organizativas y legales que garanticen su exitoso despliegue".
"Teniendo en cuenta el retraso en el inicio de este proceso, ajustará el cronograma de su ejecución al tiempo que reiteró la voluntad de que el Estado cubano no dejará a nadie desamparado", agrega el informe.
Castro señaló también que “el proceso de disponibilidad laboral que se ejecuta para disminuir las plantillas infladas en el sector estatal no constituye un fin en sí mismo, sino una medida encaminada a recuperar la eficiencia y la disciplina en los colectivos de los trabajadores".
Los cambios propuestos
A mediados del año pasado Castro aseguró que era necesario "actualizar" el modelo cubano, sometido a las presiones de una fuerte crisis externa y la baja productividad, que críticos atribuyeron al paternalismo y los amplios subsidios estatales.
Este programa contemplaba la reducción de medio millón de puestos en el sector estatal, un 10% de la fuerza laboral de la isla, así como la apertura al trabajo independiente mediante la autorización de licencias para poner pequeños comercios o ejercer profesiones u oficios.
Otra de las medidas que había tomado Castro fue convocar para abril al VI Congreso del Partido Comunista ‒el máximo órgano de decisión de la institución‒ para debatir sobre las medidas y generar consenso en torno a ellas.