Voces en la comunidad de Uvalde de Texas, donde un adolescente armado de 18 años mató a 19 niños y dos maestros el martes, están cuestionando el proceder de las autoridades antes y durante la matanza, y si pudieron hacer más para contrarrestar las acciones del agresor.
Según los reportes, Salvador Ramos estrelló el vehículo en que llegó al área en una cuneta cerca de la escuela y agentes de policía empleados por el distrito escolar lo enfrentaron.
Sin embargo, logró entrar a la escuela con un fusil de asalto AR-15, asesinó a todas sus víctimas en una misma aula de cuarto grado y después se parapetó para enfrentar a las autoridades.
Los medios de prensa informaron también que iba vestido con un chaleco antibalas.
Los investigadores no han confirmado si en realidad intercambió disparos con el guardia (o guardias) que cuidaba la escuela primaria de Robb. El teniente Christopher Olivarez, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo a CNN que “hasta ahora se estaba tratando de corroborar esa información”.
Lo que se ha comenzado a cuestionar es cuánto tiempo pasó desde que Ramos entró en la escuela y el momento en que fue abatido por “un equipo táctico de la Patrulla Fronteriza”.
Juan Carranza, un hombre de 24 años que dice que observó todo lo sucedido desde el exterior de su casa al otro lado de la calle de la escuela, relató que Ramos disparó al bajarse de su vehículo contra dos personas que estaban en una funeraria, pero ambas escaparon ilesas.
Varios testigos dijeron que los testigos apremiaron a los agentes de policía a entrar en la escuela, y según Carranza varias mujeres gritaban: “¡Entren ahí, entren ahí!”.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, dijo que pasaron de 40 minutos a una hora desde que Ramos disparó contra el agente de seguridad hasta el momento en que el equipo táctico lo abatió.
“Lo principal es que la policía estaba allí”, dijo McCraw. “Lo enfrentaron de inmediato y lo contuvieron en el aula”.
Sin embargo, portavoz del departamento dijo después que las autoridades no podían dar un estimado exacto de cuánto tiempo estuvo Ramos en la escuela.
Un agente explicó que los miembros de la Patrulla Fronteriza confrontaron problemas para derribar la puerta del aula y un empleado de la escuela tuvo que abrirla con una llave. La fuente habló en condición de anonimato porque no estaba autorizado a dar detalles de la investigación.
Un hombre que perdió a su hija de cuatro años en el ataque, Javier Cazares, declaró que corrió a la escuela cuando escuchó del tiroteo y llegó cuando la policía estaba congregada en el exterior del edificio.
Al no verlos emprender acciones, Cazares y otras personas consideraron entrar ellos a la escuela. “La policía no estaba haciendo su trabajo”, dijo. “No estaban preparados”.
Carranza considera que los agentes debieron entrar antes en la escuela.
“Eran muchos y él (Ramos) era uno solo”, señaló.
[Con información de AP]
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