Una de las plataformas que actualmente se identifica como fundamental para defender la libertad de prensa en muchos rincones del planeta, Twitter, cumple este 21 de marzo seis años de funcionamiento.
Durante estos años de existencia, Twitter se ha convertido en una de las redes sociales más populares a nivel mundial. Tiene al menos 500 millones de usuarios, cifra que cita el Huffingtonpost sobre quiénes utilizan el portal para objetivos muy diferentes.
Hay quienes durante estos últimos 12 meses han incitado revoluciones, como son los países de la Primavera Árabe. Otros que han utilizado Twitter para campañas con temas sociales, como Invisible Children y su iniciativa de alerta contra Kony; otros, se han dedicado a comunicarse con base electoral, así como personalidades que simplemente continúan promoviendo y aumentado su popularidad.
Twitter, que en ocasiones hace ver las alertas de noticias de última hora como algo obsoleto, se ha convertido en la forma de emitir información rápidamente. Tanto gobiernos, como instituciones y personalidades del mundo del espectáculo y los deportes han descubierto que pueden comunicarse directamente con miles de personas interesadas en lo que ellos tienen que decir o anunciar.
Durante este año, la empresa estadounidense con sede en San Francisco, California, rompió varios records incluyendo la mayor cantidad de mensajes enviados por segundo, cantidad que llegó a 12233 durante el Super tazon 2012.
También durante este año, hizo públicas cifras que indican el crecimiento de la compañía, duplicando su valor alcanzando $8.000 millones de dólares.
Y aunque ha sido el sitio para motivadoras iniciativas y diálogos globales, la empresa recibió muchas críticas de activistas defensores de la libertad de expresión, cuando informó que empezaría a utilizar diferentes filtros de acuerdo al país donde el usuario estaba interactuando.
En Twitter se empezó a hacer diplomacia, como lo ha demostrado el Departamento de Estado, y a la vez fue el camino para divulgar falsas historias. Por lo que valdría la pena anotar que, a pesar de que la gente está leyendo los mensajes de un máximo de 140 caracteres, aplica, o debería aplicar otro conjunto de reglas. Una actitud de lectura donde se asuma que las noticias no son la última palabra de un determinado asunto, sino más bien la trayectoria de eventos que se están desencadenando y como tal, tienen un margen de error más elevado.
