En 2012 el presidente Barack Obama aprobó, por decisión ejecutiva, el programa de Acción Diferida conocida por DACA, dando protección a jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos por sus padres siendo niños, y que son conocidos como los “soñadores”.
A punto de cumplirse los dos años de vigencia de este mecanismo que les dio un status temporal con un permiso de trabajo, muchos de estos jóvenes están estudiando en universidades del país y pueden ayudar a sus familias.
Ese es el caso de Steven Arteaga, un joven nacido en México y traído por su mamá cuando tenía apenas 4 meses. Él fue uno de los soñadores que se reunió, el miércoles, con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca con el propósito de impulsar la ampliación de esta medida que ahora será por tres años.
Steven, que tiene hoy 19 años, compartió sus sentimientos y esperanzas en entrevista con la Voz de América y destacó que la Acción Diferida le cambió la vida.
“Fuera de que no tengo miedo de que me deporten ahora ya puedo trabajar y eso me ayuda mucho, porque antes me dolía mucho ver a mi mamá trabajar mucho y vivir cheque a cheque, eso me dá un gran alivio”, dijo Steven.
Al mismo tiempo tiene mucha esperanza en su futuro y tiene planes para continuar sus estudios universitarios. “Aún no estoy seguro de la carrera que voy a escoger pero el solo hecho de tener esa oportunidad me dá muchísima alegría”, afirma Arteaga.
El presidente Obama aprovechó la visita de estos jóvenes para enviar un mensaje a los republicanos en el Congreso para que no impidan el avance de este programa y les permitan alcanzar sus sueños.