El secretario de Justicia, Jeff Sessions, anunció este martes el fin del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
“El programa está siendo rescindido”, dijo Sessions en un anuncio en el que se refirió a los jóvenes soñadores amparados por DACA llamados "dreamers" como "illegal aliens" (extranjeros ilegales), un término que ha sido obviado desde hace algún tiempo en las legislaciones y el lenguaje oficial en muchos estados ya que algunos sectores lo consideran ofensivo.
Sessions dijo que el programa aprobado por el gobierno del expresidente Barack Obama, “buscó conseguir lo que la rama legislativa específicamente no quiso aprobar”.
Agregó que el DACA era una “forma de obviar la ley de inmigración a través de una autoridad inconstitucional por la rama ejecutiva” y dijo que el programa no tenía probabilidades de sobrevivir una revisión en las cortes.
Sessions dijo que la decisión será implementada de inmediato, de forma "legal y progresiva".
El Secretario de Justicia también señaló que para que funcione bien el sistema migratorio no es posible "aceptar a todo el que quiera venir".
"Eso no significa que sean gente mala", remarcó.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que dejará de aceptar aplicaciones para el DACA, que ha otorgado permisos de trabajo renovables cada dos años. Sin embargo, los que ya están registrados podrán continuar trabajando hasta que sus permisos expiren, y aquellos cuyos permisos caduquen antes del cinco de marzo de 2018 podrán renovar por otros dos años, si lo hacen antes del cinco de octubre.
Mientras Sessions hacía el anuncio, activistas pro-inmigrantes marcharon hacia la Casa Blanca en apoyo a los dreamers, como se conoce a las casi 800.000 personas en todo Estados Unidos traídas al país en forma irregular cuando eran niños. También se han planeado manifestaciones en otras ciudades de Estados Unidos.
Luego de conocer la decisión, la Voz de América entrevistó vía telefónica a Liz Magallanes, una joven de origen mexicano beneficiaria del DACA y residente en Dallas, Texas.
Su reacción manifiesta su tristeza, pero al mismo tiempo su determinación junto a la organización Mi Familia Vota para la que trabaja, de continuar luchando por quedarse en el país que considera suyo.
En tanto, el activista pro inmigración legal en Estados Unidos, Jack Martin, considera que la medida adoptada por el gobierno del presidente Donald Trump era la única opción frente a lo que considera una medida "inconstitucional" del presidente Barack Obama.
En entrevista con la Voz de América, Martin destaca que el Congreso debe tomar decisiones sobre una ley integral de inmigración para enfrentar estos problemas.
El presidente Trump llegó a la Casa Blanca con la promesa de eliminar DACA, pero a veces pareció ceder en esa retórica desde que asumió el cargo. Una vez en funciones el mandatario ha dado prioridad al sistema de deportación y ha pedido que se contraten miles más de agentes de inmigración y fronteras.
De igual manera, en algún momento prometió que los dreamers "no tenían que estar preocupados".
No está claro si el Congreso podrá conseguir los votos suficientes para aprobar una ley que proteja a los dreamers de la deportación. Por lo menos dos proyectos de ley existen ya, uno en la Cámara de Representantes y otro en el Senado.
Antes del anuncio de la administración, los estados de Nueva York y Washington dijeron que si Trump pone fin a DACA, desafiarían la medida en corte.
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Paul Ryan, y otros legisladores republicanos habían exhortado al presidente Trump a no cancelar DACA. Ryan dijo que él cree que el Congreso debe presentar una forma de proteger a las personas que ahora se benefician de DACA.
La líder demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, ha pedido a Ryan que trabaje con los demócratas esta semana para encontrar una solución legislativa para los llamados “dreamers” o “soñadores”.
Primeras reacciones
El congresista republicano por Florida, Mario Díaz-Balart fue uno de los primeros en reaccionar. “Me solidarizo con los dreamers y estoy en contra de eliminar un programa que ha beneficiado enormemente a miles de jóvenes que tanto han contribuido a nuestro país. El Congreso tiene que actuar con toda urgencia para aprobar una solución legislativa antes de que DACA se venza", dijo.
De igual manera, el senador Marco Rubio expresó que si bien apoya a estos jóvenes que fueron traídos al país de manera ilegal por sus padres, algo que no es su culpa, sí considera que DACA era "inconstitucional" y que se debería arreglar a través de la vía legislativa.
Pero, al mismo tiempo Rubio indicó que "es importante que la Casa Blanca defina claramente qué tipo de legislación el presidente está dispuesto a firmar. No tenemos tiempo que perder en ideas que no tienen los votos para pasar o que el presidente no firmará" ya que el "Congreso ahora tiene menos de seis meses para hacer lo correcto".
La Cámara de Comercio Hispana de EE.UU. (USHCC, por sus siglas en inglés) también expresó su oposición ante el anuncio del gobierno de poner fin a DACA, el cual consideró "inhumano y económicamente dañino".
El presidente de la USHCC, Javier Palomarez, decidió renunciar como miembro de la Coalición Nacional de la Diversidad creada por el gobierno del presidente Trump, después del anuncio sobre DACA.
Entrevistas de Liz Magallanes y Jack Martin por Gioconda Tapia Reynolds