Los ataques del candidato opositor José Serra, sobre casos de corrupción en el entorno de la candidata oficialista y favorita para ganar las elecciones en Brasil, Dilma Rousseff, parecen no ser suficientes.
Tras el debate de comienzos de semana, y cuando faltan apenas cinco días para la segunda vuelta electoral a realizarse el domingo 31 de octubre de 2010, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, mantiene la ventaja en las encuestas.
Según una encuesta de Vox Populi, publicada tras una semana donde Serra, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), mantuvo la presión sobre la candidata oficialista, Dilma Rousseff aún mantiene un 49% de intención de voto.
"Su mano derecha era una mujer que construyó una enorme red de corrupción y actualmente está bajo investigación por eso", dijo Serra, quien también señaló la relación del gobernante Partido de los Trabajadores con el depuesto ex presidente Fernando Collor de Mello, quien tuvo que abandonar su cargo por corrupción.
Serra insistió en que "tengo 40 años de servicio público, yo nunca he tenido un escándalo entre quienes me rodean", agregó. El ex gobernador del estado de Sao Paulo tiene un último debate en televisión el viernes para lanzar un ataque de último minuto contra Rousseff.
Sin embargo, según las encuestas, los debates no tienen un gran impacto sobre la decisión de los votantes en Brasil. Un estudio de Datafolha mostró que sólo un 25% de los consultados había visto los debates.
La campaña por el balotaje colocó a Rousseff bajo ataque, saliendo de la atención que había conseguido centrar en la primera vuelta sobre los éxitos económicos del gobierno de Lula da Silva, para centrarse en sus controvertidas declaraciones sobre el aborto y la religión.
Otros enfoques, incluso, muestran que Rousseff tendría unos 14 puntos porcentuales de ventaja, con un 57% de apoyo contra el 43% de Serra una vez que se descuenten los votos blancos y nulos, como se hace en el día de la elección, según el sondeo Vox Populi. Un sondeo de Datafolha mostró la semana pasada a Rousseff con un 12% de ventaja.
La ventaja de Rousseff sugiere que sólo una sorpresa podría impedir que se convierta en la primera mujer presidenta de Brasil, sin embargo la campaña de Serrra se centra en que las encuesta ya fallaron en la primera vuelta.