La delegación del Gobierno de Colombia en la negociación de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) descartó el jueves la posibilidad de romper unilateralmente el diálogo con ese grupo rebelde, pese a la crisis que enfrenta el proceso.
La jefe de la delegación gubernamental, Vera Grabe, y el senador Iván Cepeda, dijeron que corresponde a esa guerrilla tomar las decisiones para darle continuidad a la negociación.
"El propósito de este Gobierno es culminar el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional. Nosotros no vamos a ser quienes demos el paso de romper las negociaciones", afirmó Cepeda en una conferencia de prensa en Bogotá.
Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional reanudaron las operaciones ofensivas contra el ELN después de que el 3 de agosto expiró el cese bilateral al fuego, mientras que el grupo guerrillero anunció que no realizaría operaciones ofensivas.
Petro, el primer mandatario de izquierda de Colombia, restableció la negociación con el ELN a finales del 2022 como parte de sus esfuerzos por alcanzar una paz total y poner fin a un violento conflicto de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
El proceso enfrenta una crisis por la decisión del Gobierno de iniciar un diálogo con un frente de guerra del suroeste del país que se separó del ELN.
La negociación se congeló en los últimos meses y el grupo rebelde dio por terminada la suspensión unilateral de los secuestros que ofreció en medio del diálogo, lo que supone el regreso de uno de los delitos más temidos en medio del conflicto armado.
"El Gobierno todo el tiempo ha estado abierto al diálogo", dijo Grabe quien aseguró que existen tensiones y posiciones diversas al interior del ELN, que en medio de la crisis pidió ser excluido de una lista de grupos armados organizados.
El ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, cuenta con más de 6.150 integrantes, incluidos más de 3.300 combatientes, según fuentes de seguridad.
Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
El Gobierno de Petro ha realizado varios ciclos de conversaciones de paz con el ELN con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile que participan como países garantes, pero sin alcanzar resultados concretos.
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