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Madre de mexicano muerto demanda a Patrulla Fronteriza


José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, se encontraba en Nogales, Sonora, junto a la alta reja de acero que separa EE.UU. de México cuando un agente de la Patrulla Fronteriza le disparó desde Nogales, Arizona, el 10 de octubre de 2012.
José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, se encontraba en Nogales, Sonora, junto a la alta reja de acero que separa EE.UU. de México cuando un agente de la Patrulla Fronteriza le disparó desde Nogales, Arizona, el 10 de octubre de 2012.

La progenitora de José Antonio Elena Rodríguez, quien murió en 2012 a los 16 años, interpuso una demanda contra quienes resulten responsables de la muerte de su hijo.

Los abogados de la madre de un adolescente mexicano asesinado a tiros por la Patrulla Fronteriza estadounidense presentó el 29 de julio una demanda federal por derechos civiles, calificando el homicidio de “descarado e ilegal” y el último ejemplo del uso excesivo de la fuerza por parte de agentes de la ley.

José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, se encontraba en Nogales, Sonora, junto a la alta reja de acero que separa EE.UU. de México cuando un agente de la Patrulla Fronteriza le disparó desde Nogales, Arizona, el 10 de octubre de 2012.

La Patrulla dice que Rodríguez y otras personas estaban arrojando piedras a los agentes al otro lado de la frontera, quienes temían por sus vidas.

La Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU), que entabló la demanda en nombre de Araceli Rodríguez, la madre del menor, informó que el hecho fue un ejemplo más del empleo excesivo de la fuerza por parte de los agentes, a quienes no se les exige que rindan cuentas. Rodríguez sostiene que su hijo no tenía piedras ni arma alguna.

“Quiero saber quién asesinó a mi hijo y por qué", dijo Araceli Rodríguez, la madre del joven asesinado, en un comunicado difundido por su abogado. "Quiero saber por qué no han sido llevados a la justicia. ¿No es para eso que existen las leyes?”.

El jefe de la Patrulla Fronteriza, Michael Fisher, dijo en marzo pasado que se equivocan quienes dicen que los agentes abren fuego “indiscriminadamente”.

“Para la gente como yo, no hay nada más aterrador que luchar por la propia vida cuando uno está solo y sin comunicación, y piensa por un instante que no volverá a casa al fin de su turno para ver a su esposa y su hijo", sostuvo Fisher. "Lo único parecido es pensar en tener que usar la fuerza mortífera contra otro ser humano".

La demanda de la ACLU sostiene que “desgraciadamente, la muerte de José Antonio a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza no es un suceso aislado sino parte de un problema más amplio de abusos por agentes de fronterizos en Nogales y otras partes”.

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