El anuncio del presidente Joe Biden de que se retiraba de la carrera presidencial este domingo, a menos de cuatro meses del día de las elecciones, deja tanto a demócratas como a republicanos con tareas monumentales que cumplir.
Los demócratas tendrán que intensificar la campaña detrás de una nueva candidata, muy probablemente la vicepresidenta Kamala Harris, y resaltar las que creen que son sus mayores fortalezas mientras se enfrenta al expresidente Donald Trump.
Para los republicanos, el desafío será reorientarse en una campaña que en gran medida había sido diseñada para criticar a Biden por su edad y su supuesta enfermedad. Se enfrentan a una amenaza diferente con Harris y necesitarán desarrollar nuevas críticas.
Cuando Biden anunció que daría un paso atrás, no quedó claro de inmediato a quién respaldarían los demócratas como su reemplazo, pero el lunes por la tarde, la mayoría de las señales apuntaban a Harris como la persona con más probabilidades de asumir ese papel.
Harris ya había obtenido el respaldo de múltiples demócratas de alto perfil el domingo, y el lunes casi todos los funcionarios demócratas considerados rivales potenciales para la nominación habían respaldado públicamente su candidatura.
"Bueno, el primer paso, que en gran medida ya han dado, es apoyarla", dijo Seth Masket, profesor de Ciencias Políticas y director del Centro de Política Estadounidense de la Universidad de Denver.
“Puedes imaginar un mundo en el que el partido parecería mucho más dividido, y habría muchos candidatos diferentes lanzando sus nombres al ruedo, y no parece que eso vaya a suceder ahora. Masket dijo a la Voz de América.
Cambio generacional
Es probable que los demócratas que apoyan a Harris se inclinen por varios aspectos de su candidatura, en particular el hecho de que representa un cambio generacional para el partido. Con Biden, de 81 años y Trump, con 78, cualquiera de ellos habría finalizado un segundo mandato como la persona de mayor edad en ocupar el cargo de presidente.
Harris, por el contrario, tiene 59 años, lo que crea una comparación implícita con el expresidente, cuyo enfoque de campaña en la avanzada edad de Biden ahora podría crear algunos ecos no deseados en el nuevo enfrentamiento.
Los demócratas parecen convencidos de que Harris, quien sirvió en California como senadora, fiscal general y fiscal, podrá presentar el caso del partido contra Trump con más fuerza y elocuencia que Biden.
“Creo que veremos un caso muy positivo a favor de Kamala Harris”, dijo Jennifer N. Victor, profesora asociada de ciencias políticas en la Escuela Schar de Política y Gobierno de la Universidad George Mason.
“En el lado positivo, espero que enfaticen su historial en materia de derechos al aborto y políticas reproductivas, un historial en el que ella es muy clara, muy fuerte e inquebrantable, y que puede presentar argumentos muy contundentes en una dirección que es consistente con la postura que la mayoría de los estadounidenses viven y sus preferencias políticas”, dijo Victor a la VOA.
Harris también ha sido la voz más eficaz de la administración al vincular a Trump con el esfuerzo de los estados de tendencia republicana para restringir el derecho al aborto. En apariciones públicas, Harris ha culpado a Trump por la reducción del acceso al aborto, porque nominó a tres jueces de la Corte Suprema con la promesa explícita de que votarían para revocar el derecho constitucional al aborto.
“Y creo que también los veremos presentando argumentos sólidos a su favor en cosas como políticas orientadas a la familia, políticas económicas, políticas contra el crimen, cosas en las que ella misma tiene un sólido historial y puede señalar políticas anteriores o éxitos políticos”, añadió Victor.
Además, como exfiscal, Harris puede resultar mejor que Biden a la hora de atacar a Trump en cuestiones como sus múltiples condenas por delitos graves en Nueva York y su papel en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, en el que una turba de sus partidarios del exmandatario irrumpió violentamente en el Congreso, en un intento de bloquear la certificación de Biden como ganador de las elecciones presidenciales de 2020.
Críticas republicanas
El lunes, Trump ya estaba señalando una de las formas en que su campaña perseguiría a Harris. En una publicación en Truth Social, su red social, se refirió a Harris como el “zar fronterizo” de Biden y advirtió que las cosas “empeorarían” bajo su liderazgo.
Si bien su título no era “zar de la frontera”, la mención se refirió al papel que desempeñó Harris, a principios de la administración Biden, en los esfuerzos por detener el flujo de inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur de Estados Unidos, abordando las causas fundamentales del crimen y la falta de oportunidades económicas en sus países de origen.
La iniciativa tuvo poco impacto en el flujo de migrantes, que aumentó durante el mandato de Biden antes de caer drásticamente en los últimos meses.
Los expertos también creen que muchos de los ataques que la campaña de Trump lanzó contra Biden, especialmente los relacionados con la economía, también serán algo efectivos contra Harris.
"Se van a centrar en muchas cosas del mismo tipo que eran verdaderas vulnerabilidades para Biden", dijo Masket. "Ella todavía es parte de la administración en una época en la que la gente está bastante descontenta con la dirección del país. La gente todavía está insatisfecha con la economía; está insatisfecha con la forma en que van algunas cosas, y la gente tiende a culpar al partido que está a cargo en esos momentos, por lo que todavía es vulnerable”, agregó.
Vuelve el llamado a la descalificación
Victor relató que ha visto alguna evidencia de que los partidarios de Trump están explorando la afirmación desacreditada de que Harris está descalificada para servir como presidenta porque sus padres no eran ciudadanos estadounidenses.
Harris nació en Oakland, California, y es ciudadana según la 14ª Enmienda de la Constitución. Sin embargo, lo mismo ocurrió con el presidente Barack Obama, y eso no impidió que Trump, entonces un hombre de negocios y personalidad de televisión, afirmara repetidamente que Obama no era elegible para ocupar el cargo.
"Ese es un tipo de táctica muy común que hemos visto por parte de Trump en el pasado", dijo Victor. “Tiene una larga historia de deshumanizar o intentar invalidar o descalificar a sus oponentes políticos de diferentes maneras. Por lo tanto, sería coherente con su forma de dirigir las cosas si siguiera ese tipo de línea de ataque”, sostuvo.
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