De los 68 que comenzaron el camino a principios de marzo, ahora quedan sólo cuatro para las finales.
El “Final Four” del básquetbol universitario masculino de Estados Unidos en 2012 se jugará este sábado 30 de marzo en Nueva Orleans, y la gran final será el lunes 1º de abril.
La ronda final casi no tiene sorpresas, aunque cuenta con el aditivo extra de un clásico estatal que tiene una rivalidad histórica.
El cierre de la doble jornada del sábado tendrá como protagonistas a los Buckeyes de la Universidad Estatal de Ohio y los Jayhawks de la Universidad de Kansas, ambos preclasificados como segundos en sus conferencias y casi lógicos candidatos a las finales.
La otra semifinal es la que tiene todos los elementos de un drama. En lo que se podría definir como el “Clásico de las Praderas” o la “Batalla del Bluegrass”, las dos Universidades de Kentucky con mayor rivalidad histórica, por primera vez se encuentran en la ronda final.
Los Gatos Monteses (Wildcats) de la Universidad de Kentucky localizada en Lexington y los Cardenales de la Universidad de Louisville juegan mucho más que una semifinal, juegan por el honor alimentado por una histórica rivalidad.
Jóvenes promesas
El enfrentamiento de las más prometedoras figuras de la liga universitaria es sin dudas una gran parte de la riquísima historia de los torneos de la NCAA, donde los mejores prospectos van a enriquecer luego a la liga más competitiva del baloncesto mundial, la NBA, tendrán que mostrar como manejan la presión de las finales.
Anthony Davis –el favorito de los comentaristas- y Michael Kidd-Gilchrist lideran a uno de los grandes favoritos, la Universidad de Kentucky, el único preclasificado como número 1 en la conferencia que consiguió sobrevivir a la Locura de Marzo (March Madness) y llegar a la ronda final.
Chane Behanan y Russ Smith encabezan el quinteto de Louiville que dirige Rick Pitino, cuyo juego se basa en un fuerte concepto de equipo en vez de individualidades y es de todos los semifinalistas, el que llega desde la posición más lejana, era cuarto en su conferencia.
En el otro lado, Kansas tiene a otra de las grandes estrellas de la temporada, Thomas Robinson, bien acompañado por el fuerte y versátil pívot Jeff Withey y el base Tyshawn Tylor, lo que les permitió eliminar a uno de los grandes favoritos, Carolina del Norte.
No menos sorprendente fue la gran producción de Jared Sullinger y Deshaun Thomas para liderar a Ohio en la eliminación de Syracuse, el equipo más ganador del año.
Las mascotas
Pero otro de los aspectos interesantes de los torneos universitarios, es el valor de identidad que ofrecen las mascotas.
Una historia interesante es la de Kansas, cuyo equipo lleva el nombre de Jayhawks, que es definido como un pájaro mítico con una historia fascinante, una mezcla de la Urraca Azul y el Halcón Americano.
Enfrente estarán los Buckeye de Ohio, cuyo símbolo es una nuez salvaje, pequeña, brillante y de color marrón oscuro originaria del árbol nacional del estado, el buckeye.
La otra semifinal parece hasta más alegórica a la situación.
El equipo de la Universidad de Kentucky se identifica con un Gato Montés (Wildcat) y tal como marca la rivalidad, básicamente se quieren comer vivos a los Cardenales de Louisville, y una de las razones es que quien dirige a los Cardenales este año, es Rick Pitino, quien fuera campeón de la NCAA dirigiendo a Kentucky.
Lexington y Louville pueden tener cierta proximidad geográfica, pero en los afectos las Universidad de Kentucky y Louisville parecen muy distantes. Del otro lado, Kansas y Ohio juegan con menos animosidad, pero con favoritismo divididos.
Pero más allá de los análisis, en definitiva todos comparten un sueño, ser campeones.
El “Final Four” del básquetbol universitario masculino de Estados Unidos en 2012 se jugará este sábado 30 de marzo en Nueva Orleans, y la gran final será el lunes 1º de abril.
La ronda final casi no tiene sorpresas, aunque cuenta con el aditivo extra de un clásico estatal que tiene una rivalidad histórica.
El cierre de la doble jornada del sábado tendrá como protagonistas a los Buckeyes de la Universidad Estatal de Ohio y los Jayhawks de la Universidad de Kansas, ambos preclasificados como segundos en sus conferencias y casi lógicos candidatos a las finales.
La otra semifinal es la que tiene todos los elementos de un drama. En lo que se podría definir como el “Clásico de las Praderas” o la “Batalla del Bluegrass”, las dos Universidades de Kentucky con mayor rivalidad histórica, por primera vez se encuentran en la ronda final.
Los Gatos Monteses (Wildcats) de la Universidad de Kentucky localizada en Lexington y los Cardenales de la Universidad de Louisville juegan mucho más que una semifinal, juegan por el honor alimentado por una histórica rivalidad.
Jóvenes promesas
El enfrentamiento de las más prometedoras figuras de la liga universitaria es sin dudas una gran parte de la riquísima historia de los torneos de la NCAA, donde los mejores prospectos van a enriquecer luego a la liga más competitiva del baloncesto mundial, la NBA, tendrán que mostrar como manejan la presión de las finales.
Anthony Davis –el favorito de los comentaristas- y Michael Kidd-Gilchrist lideran a uno de los grandes favoritos, la Universidad de Kentucky, el único preclasificado como número 1 en la conferencia que consiguió sobrevivir a la Locura de Marzo (March Madness) y llegar a la ronda final.
Chane Behanan y Russ Smith encabezan el quinteto de Louiville que dirige Rick Pitino, cuyo juego se basa en un fuerte concepto de equipo en vez de individualidades y es de todos los semifinalistas, el que llega desde la posición más lejana, era cuarto en su conferencia.
En el otro lado, Kansas tiene a otra de las grandes estrellas de la temporada, Thomas Robinson, bien acompañado por el fuerte y versátil pívot Jeff Withey y el base Tyshawn Tylor, lo que les permitió eliminar a uno de los grandes favoritos, Carolina del Norte.
No menos sorprendente fue la gran producción de Jared Sullinger y Deshaun Thomas para liderar a Ohio en la eliminación de Syracuse, el equipo más ganador del año.
Las mascotas
Pero otro de los aspectos interesantes de los torneos universitarios, es el valor de identidad que ofrecen las mascotas.
Una historia interesante es la de Kansas, cuyo equipo lleva el nombre de Jayhawks, que es definido como un pájaro mítico con una historia fascinante, una mezcla de la Urraca Azul y el Halcón Americano.
Enfrente estarán los Buckeye de Ohio, cuyo símbolo es una nuez salvaje, pequeña, brillante y de color marrón oscuro originaria del árbol nacional del estado, el buckeye.
La otra semifinal parece hasta más alegórica a la situación.
El equipo de la Universidad de Kentucky se identifica con un Gato Montés (Wildcat) y tal como marca la rivalidad, básicamente se quieren comer vivos a los Cardenales de Louisville, y una de las razones es que quien dirige a los Cardenales este año, es Rick Pitino, quien fuera campeón de la NCAA dirigiendo a Kentucky.
Lexington y Louville pueden tener cierta proximidad geográfica, pero en los afectos las Universidad de Kentucky y Louisville parecen muy distantes. Del otro lado, Kansas y Ohio juegan con menos animosidad, pero con favoritismo divididos.
Pero más allá de los análisis, en definitiva todos comparten un sueño, ser campeones.