Estados Unidos acusa a los regímenes autoritarios alrededor del mundo de suprimir a sus pueblos con “un creciente vigor y vileza” para controlar cualquier actividad que amenace su poder.
“Los gobiernos que niegan libertades políticas a sus pueblos renuncian a la confianza pública, y por lo tanto abren las puertas a los conflictos cívicos de todas las clases, incluyendo, añadiría yo, el extremismo violento”, dijo Kerry durante una conferencia de prensa en que fue presentado el reporte anual sobre derechos humanos 2015.
El Departamento de Estado dijo que “en 2015, esta represión global por parte de los estados autoritarios sobre la sociedad civil se profundizó, silenció voces independientes, empobreció el discurso político y cerró avenidas para el cambio pacífico”.
El reporte menciona en particular a países como Cuba, Corea del Norte, China, Irán y Uzbekistán, pero también a Venezuela donde dice que el gobierno tiene un poder ejecutivo “crecientemente autoritario”, aunque apunta como positivo el reconocimiento de los resultados de las elecciones del seis de diciembre en que los opositores ganaron el control de la Asamblea Nacional.
Sobre Cuba, el reporte dice que aunque Estados Unidos ha normalizado relaciones diplomáticas con el régimen de Raúl Castro, “continúan las prácticas de detenciones arbitrarias de corta duración que impiden el ejercicio de las libertades de expresión y de reunión pacífica”.
Los principales abusos a los derechos humanos, según el informe,incluyen la imposibilidad de que sus ciudadanos puedan escoger el gobierno que quieran, pero también “las amenazas, asaltos, intimidación y violentas contraprotestas organizadas por el gobierno en contra la disidencia pacífica”.
El reporte también denuncia a los terroristas del grupo Estado islámico por sus brutales ataques contra civiles.