Una década después del peor derrame petrolero de Estados Unidos en el mar, siguen en peligro delfines, tortugas y otras especies del Golfo de México, de acuerdo con un informe difundido el martes.
El hecho de que el golfo continúe sin recuperarse totalmente “no sorprende, dada la gran magnitud del desastre”, dijo el autor del informe, David Muth, director del Programa de Restauración del Golfo de México de la National Wildlife Federation (Federación Nacional para la Vida Silvestre).
La explosión del 20 de abril de 2010 en la plataforma de perforación Deepwater Horizon causó la muerte de 11 trabajadores y la fuga de unos 795 millones de litros (210 millones de galones) de crudo de un pozo submarino antes de que lograran taparlo 87 días después.
Lo que siguió, según Muth, fue el mayor intento de restauración de todos los tiempos en el mundo, con miles de millones de dólares invertidos o prometidos para proyectos para restaurar el Golfo de México y sus ecosistemas, y otros 12.000 millones de dólares que se destinarán hasta el año 2032.
“Es una oportunidad que no debemos darnos el lujo de desperdiciar”, señaló, y agregó que los proyectos crean empleos.
En el informe, la NWF dijo creer que una gran parte del dinero debería destinarse a la restauración de estuarios, donde el agua dulce se mezcla con el agua salada del golfo.
“Los proyectos para restaurar humedales, reconstruir arrecifes de ostras, proteger hábitats importantes de la urbanización, y recrear los patrones naturales de los flujos de las aguas y de sedimentación ayudarán a muchas especies perjudicadas por el crudo. Además de proteger a la fauna, muchos de estos proyectos ayudarán a proteger a las comunidades costeras del aumento del nivel del mar y el clima extremo”, dice el reporte.
Durante una teleconferencia de prensa el martes, los expertos de la NWF destacaron la situación actual de algunas especies a las que el derrame afectó adversamente:
Delfines. Muchos de los que viven en las zonas afectadas por el petróleo continúan teniendo dificultades y estando enfermos. Alrededor de 55% tenían enfermedades pulmonares, 43% exhibían reacciones anormales al estrés, 25% tenían bajo peso y 19% estaban anémicos, según el informe. Los delfines nacidos después de 2010 no están tan enfermos como los que estuvieron directamente expuestos al crudo, pero tampoco están tan saludables como los delfines nacidos en zonas que no fueron contaminadas con el petróleo. Los científicos afirman que las poblaciones afectadas de delfines podrían tardar décadas para recuperarse.
La tortuga lora. Estos quelonios marinos que alguna vez enfrentaron la extinción en la década de 1960 fueron salvados principalmente mediante acciones conservacionistas hasta el derrame petrolero, debido al cual murieron hasta 20% de los ejemplares femeninos adultos. Los anidamientos han fluctuado en los años posteriores al derrame.
Aves. Alrededor de 12% de los pelícanos cafés y 32% de las gaviotas reidoras americanas murieron en el norte del golfo debido al derrame. Aproximadamente un millón de aves marinas y costeras perecieron.
Los científicos calculan que “miles de millones, si no es que billones” de animales murieron o quedaron seriamente lesionados debido al petróleo, según una demanda que grupos ambientalistas entablaron en 2019. El gobierno declaró a la pesca en estado de desastre. BP señala que sus costos han rebasado los 60.000 millones de dólares.
En junio del año pasado, grupos ambientalistas impugnaron con una demanda una decisión del gobierno del presidente Donald Trump porque, según ellos, debilitó las normativas de seguridad dispuestas después del derrame.