Después de cuatro años de una severa sequía en California, fue inaugurada la mayor planta de desalinización en Norte América en un esfuerzo por usar el Océano Pacífico como una fuente confiable de agua potable.
La planta, que ha estado bajo construcción desde 2012, costó 1.000 millones de dólares y producirá 50 millones de galones de agua por día para aproximadamente 400.000 personas en el Condado de San diego en el sur de California.
La planta fue desarrollada por la compañía Poseidon Water, que es la propietaria. El director del proyecto, Peter MacLaggan, explicó cómo funciona.
“Traes el agua del océano, se precuela a través de un filtro para remover los sólidos que flotan en el agua. Otro filtro más fino remueve sólidos aún más pequeños. Y el último paso, es la membrana de osmosis. Poros microscópicos separan la sal y el agua. Entonces, los poros son los suficientemente grandes para permitir el paso del agua hacia la planta, producimos un galón de agua potable. Un galón de agua doblemente salada que regresa al océano se diluye en su paso al salir de la planta entonces no daña el ambiente marino y eso es todo”, indica MacLaggan.
Poseidon Water ha firmado un acuerdo por 30 años con San Diego Country Water Authority. La compañía estima que los hogares en la región pagarán 5 dólares adicionales por mes en su cuenta de agua para ayudar a contrarrestar el costo.
Grupos ambientalistas locales han criticado la planta diciendo que significa un riesgo para el ambiente marino y que la energía involucrada en el proceso de desalinización crea gases de invernadero.
La compañía dice que tiene un segundo proyecto de desalinización de agua marina en Huntington Beach, al sur de Los Angeles, y está buscando un permiso final para comenzar la construcción de la planta el año próximo.