Nueva York tendrá su tradicional desfile de Halloween el miércoles con fuertes dispositivos de seguridad un año después de que la fiesta fuera alterada por un ataque mortífero con un camión.
Miles de agentes uniformados y encubiertos vigilarán el gran desfile del barrio Greenwich Village, un evento habitualmente jubiloso en el que se disfrazan tanto participantes como espectadores. Los apoyarán unidades antiterroristas y de control de multitudes, observadores armados ven los tejados, perros y helicópteros.
El comisionado James O’Neill dijo que la policía quiere garantizar que la gente pueda festejar “en un clima de comunidad, paz y diversión, y por cierto sin miedo”.
La ciudad empezaba a prepararse para los festejos vespertinos el año pasado cuando un hombre al volante de una camioneta arrolló peatones y ciclistas en una ciclovía junto al río Hudson. Ocho personas murieron y 11 resultaron gravemente heridas.
Entre los muertos había cinco turistas argentinos, un visitante belga, un empleado del World Trade Center y un ingeniero informático.
El conductor, Sayfullo Saipov, se estrelló contra un bus escolar y fue herido por la policía. Está preso a la espera de juicio por terrorismo y los fiscales han pedido la pena de muerte.