Con diferentes actos se conmemora el miércoles el Día Mundial del Agua como medio para centrar la atención en la importancia del agua potable y abogar por el manejo sostenible de los recursos de agua dulce.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 se recomendó un día internacional para celebrar el agua dulce. La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió al designar el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.
Cada año, el Día Mundial del Agua destaca un aspecto específico del agua dulce. En 2017, el tema es "Aguas Residuales".
En Durban, Sudáfrica, las Naciones Unidas presenta su informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos titulado “Aguas residuales, el recurso no explotado.
En el Vaticano, se lleva a cabo un diálogo sin precedentes sobre cómo el mundo valora y aprecia el agua.
Aproximadamente el 71 % de la superficie terrestre está cubierta de agua, aunque aproximadamente solo el 2 % es potable, y por ello debe conservarse y cuidarse.
La ONU dice que “Necesitamos aumentar la recolección y tratamiento de las aguas residuales y reciclarlas de una forma segura. Al mismo tiempo, necesitamos reducir la cantidad de agua que contaminamos y malgastamos para ayudar a proteger el medio ambiente y los recursos hídricos”.
En el este de África, la sequía ha causado la desaparición de cultivos y la muerte de ganado lo que ha creado una crisis alimentaria que ha llevado a que más de 16 millones de personas enfrenten hambruna.
Casi 1.000 millones de personas carecen de acceso a agua limpia a nivel mundial.
Zimbabwe recibió más lluvia de lo normal este año, pero cuando el mundo conmemora el Día Mundial del Agua, no hay mucho que celebrar. Un grupo cívico que lucha por el derecho al agua dice que un bajo porcentaje de personas en Zimbabwe tiene acceso a agua limpia.