Hay un tercer tipo de diabetes que se diagnostica o aparece durante el embarazo: la diabetes gestacional. Y ese nivel alterado de glucosa es malo para el bebé y la madre.
“La diabetes gestacional afecta alrededor de 4% de todas las mujeres embarazadas”, según la Asociación Estadounidense de Diabetes. “Esto corresponde a 135.000 casos de diabetes gestacional anualmente en Estados Unidos de América”.
No se sabe a ciencia cierta qué causa la diabetes gestacional. Pero según la asociación, hay ciertos indicadores que explicarían su aparición.
“La placenta sostiene al bebé mientras crece. Las hormonas de la placenta ayudan al desarrollo del bebé, pero esas mismas hormonas impiden la acción de la insulina en el cuerpo de la madre. Este problema se llama resistencia a la insulina”, informa la asociación. “La resistencia a la insulina impide que el cuerpo de la madre use la insulina. Puede necesitar hasta tres veces más insulina”.
La diabetes gestacional suele manifestarse en los últimos meses del embarazo. “Debido a esto, la diabetes gestacional no causa defectos de nacimiento como los que se observan en las madres con diabetes antes del embarazo”, de acuerdo a la Asociación Estadounidense de Diabetes.
Pero los niveles de glucosa alterados afectan la salud del bebé, porque ese exceso de glucosa puede pasar por la placenta y darle al niño niveles elevados de glucosa. “Esto causa que el páncreas del bebé produzca más insulina para descartar la glucosa en la sangre. Como el bebé recibe más energía de la que necesita para el crecimiento, el exceso de energía se convierte en grasa”, según la asociación.
El resultado es que los bebés tienden a engordar y esto incrementa la posibilidad de problemas en el parto, tales como lesiones debido a su gran tamaño, explica por su parte la enciclopedia médica MedlinePlus.
Además, “el bebé es más propenso a tener períodos de bajo azúcar en la sangre (hipoglucemia) durante los primeros días de vida”.
Las madres, por su parte, corren el riesgo de sufrir de hipertensión arterial durante el embarazo.
Por este motivo, es muy importante que se controlen la diabetes gestacional durante y después del parto.
Aunque los niveles de azúcar en la sangre volverán a la normalidad, las madres deben vigilarse cuidadosamente porque tienen más chance de desarrollar diabetes al cabo de 5 a 10 años después del parto, según MedlinePlus.