La mutilación genital femenina consiste de la extirpación del clítoris y a veces otras partes genitales, usualmente hecha poco después del nacimiento o e edades muy tempranas. Los críticos dicen que puede causar dolores durante el acto sexual, complicaciones durante el parto y elimina el placer para las mujeres.
El grupo, con sede en Nueva York, dijo que el nuevo gobierno curdo, no ha dado pasos para prohibir el procedimiento, apodado "circuncision femenina".
Los esfuerzos iníciales sobre el asunto quedaron estancados bajo el gobierno previo, que tampoco le dio prioridad, a causa de la naturaleza de esta práctica.
La circunsición femenina fue realizada a casi 735 de 1.408 mujeres y niñas curdas que fueron entrevistadas como parte de un estudio conducido entre septiembre de 2007 y mayo de 2008.
El sondeo fue conducido por WADI, una organización no gubernamental alemano-iraquí.
El informe de HRW, hizo notar que las autoridades han dado pasos en otros aspectos, como la violencia familiar y los llamados asesinatos por honor.
Sin embargo, el informe reveló que las autoridades mostrado renuente a calificar la circuncisión femenina como un acto de violencia contra las mujeres.
El gobierno regional curdo ha sido criticado por el tratamiento de las mujeres en el territorio, que disfruta de un gran nivel de autonomía y una paz relativa, en comparación con el resto de Irak desde la invasión estadounidense de 2003.