El directorio de la petrolera estatal de Perú, Petroperú, anunció el martes su renuncia tras "varios días" sin que el Gobierno haya tomado una decisión de cómo solucionar la profunda crisis que enfrenta la empresa en medio de abultadas deudas.
El primer ministro de Perú dijo a principios de este mes que eran necesarias "medidas drásticas", citando un problema de gobernanza y respaldando los pedidos de la empresa de una gestión privada como parte de un plan de reestructuración.
El directorio de Petroperú, nombrado por los ministerios de Economía y de Energía y Minas como accionistas, "ha estado alertando al gobierno desde el inicio de su gestión sobre la insostenibilidad financiera que enfrenta la empresa", afirmó un comunicado de la petrolera difundido en su página web.
"Habiendo transcurrido varios días sin que el gobierno se haya pronunciado, los directores (...) de manera unánime hemos presentado nuestra renuncia. Consideramos que hemos cumplido con la responsabilidad asignada, y en las condiciones actuales, resulta inviable continuar con el encargo recibido", señaló.
Tras el anuncio, la presidente de Perú, Dina Boluarte, dijo que la crisis en la petrolera no es de ahora sino viene "desde años atras" y que las causas pudieron ser producto de la corrupción, ineficiencia administrativa que tienen que terminar.
"Estamos trabajando fuertemente y con mucha dedicación para sacar adelante la única empresa estratégica que tiene la patria, que es Petroperú", afirmó sin mas detalles. Boluarte dijo que sus funcionarios deben sin embargo asumir su responsabilidad por la abultada planilla en la empresa "en tiempos de crisis".
La plana ejecutiva de Petroperú que ha renunciado estaba conformada por seis directores, incluido su presidente Oliver Stark, quien había sido nombrado en junio de este año.
Petroperú perdió en el 2022 su grado de inversión de las agencias calificadoras debido a una crisis tras una inversión de 6.500 millones de dólares para modernizar su refinería Talara.
Bonistas y acreedores
Este proyecto fue financiado con la emisión en el mercado internacional de bonos por 3.000 millones de dólares, un préstamo de 1.300 millones de dólares y un paquete estatal por otros 1.300 millones de dólares en garantías de préstamos.
Pedro Gamio, uno de los directores renunciantes, dijo a la radio local RPP que la petrolera esperaba la aprobación de un "decreto de urgencia" para rescatar a la firma, pero ha faltado el apoyo político en "las altas esferas del Gobierno".
Gamio advirtió que ante una posible insolvencia o quiebra de la Petroperú sus bonistas y acreedores podrían demandar a Perú. "Por la buena reputación del Estado peruano no se puede dejar a su suerte a la empresa porque eso sería irresponsable".
Ejecutivos de Petroperú han abogado por una gestión privada como parte de un plan de reestructuración, que incluiría la venta de activos no operativos y un recorte de trabajadores.
Los directores renunciantes "dejan constancia de que no se hacen responsables de los alcances ni de las consecuencias de cualquier norma legal que eventualmente se apruebe, ni de la oportunidad en que se realice", dijo el comunicado de la firma.
Petroperú, el principal proveedor de combustibles del país andino, había dicho antes que tenía necesidades de gasto de al menos 2.500 millones de dólares para poder seguir operando.
Desde la década de 1990 Petroperú sólo se dedicaba a la refinación y comercialización de combustibles después de su privatización. Ahora ha comenzado a producir crudo en tres lotes que estaban siendo explotados por privados y volvieron a manos del Estado después que los contratos expiraron en el 2023.
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