El presidente Donald Trump dice que los directores ejecutivos corporativos que renunciaron a su consejo asesor sobre manufacturas se alejaron "de vergüenza" por fabricar productos fuera de los Estados Unidos.
Trump dijo a los reporteros de Nueva York, el martes, que los CEO no están tomando sus trabajos seriamente cuando se trata de la producción nacional.
El mandatario indicó que ha estado dando conferencias sobre lo que dice es la necesidad de traer de nuevo a Estados Unidos las manufacturas.
Kenneth Frazier, director ejecutivo de Merck Pharmaceuticals, Kevin Plank, de la compañía de artículos deportivos Under Armour, y Brian Krzanich, director del gigante tecnológico Intel, abandonaron el lunes el American Manufacturing Council de Trump. A ellos se unieron el martes Scott Paul de la Alianza para la Manufactura Estadounidense, así como Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, y subjefe del grupo Thea Lee.
Ellos dejaron el consejo asesor en protesta por la respuesta de Trump a la mortal violencia racial del sábado en Charlottesville, Virginia, por entender que la condena inicial del presidente al racismo fue débil.
Trump minimizó la salida de esos jefes corporativos del consejo asesor con una réplica aguzada en su cuenta de Twitter.
"Por cada CEO que abandona el Consejo de Manufactura, tengo muchos para tomar su lugar. ¡Los fanfarrornes no deberían haber ido. Trabajos.”, dijo.
Trumka y Lee dijeron al anunciar sus dimisiones que no pueden ser parte de un consejo para un presidente que "tolera la intolerancia y el terrorismo doméstico" y que grupo nunca fue una forma efectiva para ayudar a los trabajadores.
"De los consejos vacíos a la mala política y abogar por el fanatismo, las acciones de esta administración han fracasado sistemáticamente a los trabajadores", dijeron en una declaración conjunta.
Las observaciones iniciales de Trump sobre la protesta de Charlottesville condenaron la violencia entre nacionalistas blancos y contra-manifestantes, pero no excluyeron a los neonazis, el Ku Klux Klan y otros grupos de odio por su nombre. En cambio, Trump dijo que el malestar fue causado por "muchos lados".
Usó las palabras neonazis, KKK y supremacistas blancos cuando hizo comentarios más explícitos dos días después. Pero muchos críticos dijeron que esas palabras denunciando el racismo llegaron demasiado tarde, y él llamó más la atención el martes cuando volvió a abordar el tema y reafirmó "hay culpa de ambos lados".