El hijo de Donald Trump, Donald Trump Jr., subió el jueves al estrado por segundo día consecutivo para declarar sobre los estados financieros de la empresa familiar que, según un juez de Nueva York, fueron inflados fraudulentamente para engañar a prestamistas y aseguradoras.
Donald Trump Jr. es uno de los cuatro miembros de la familia que deben testificar en un juicio civil por fraude en Nueva York que podría perjudicar al imperio inmobiliario que forjó la reputación de su padre como magnate de los negocios antes de entrar en la política.
Está previsto que el expresidente de Estados Unidos testifique el lunes, la última de las muchas comparecencias ante los tribunales del favorito para ganar la nominación presidencial republicana de 2024.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, reclama al menos 250 millones de dólares por daños y perjuicios, así como la prohibición permanente de que Trump, Donald Jr. y su hijo Eric dirijan negocios en el estado.
El juez Arthur Engoron ya ha dictaminado que los tres acusados y la empresa inflaron fraudulentamente los valores de propiedades y otros activos para obtener condiciones de financiación favorables.
Engoron ha ordenado la disolución de las empresas que controlan pilares de la cartera inmobiliaria de Trump, incluida la Torre Trump en Manhattan. Ese fallo está en suspenso mientras se produce una apelación.
En su testimonio del miércoles, Donald Trump Jr. trató de minimizar su participación en las prácticas financieras de la empresa, diciendo que los documentos en cuestión fueron preparados por contadores externos.
El juicio es uno de los muchos problemas legales que Trump enfrenta en su campaña para regresar a la Casa Blanca. Afronta 91 cargos por delitos graves en cuatro procesos penales distintos, incluidos dos casos derivados de sus intentos de anular su derrota en las elecciones de 2020.
No obstante, Trump mantiene una ventaja dominante sobre sus rivales por la candidatura republicana para enfrentarse al presidente demócrata Joe Biden en noviembre de 2024.
Trump ha negado haber cometido irregularidades en todos sus casos penales y civiles y ha acusado a James y Engoron de parcialidad política.
