El presidente Donald Trump prometió a los estadounidenses que van a tener una especie de dinero inesperado si los legisladores aprueban su plan de reforma de impuestos.
En el hangar de un aeropuerto en Harrisburgh, Pensilvania, el miércoles, Trump dijo a una multitud de camioneros que un hogar típico estadounidense recibiría un “aumento de pago de 4.000 dólares” con los cambios que él quiere, aunque economistas dicen que ese beneficio solo se materializaría a lo largo de ocho años, a una ritmo de unos 500 dólares anuales.
Trump no permitió que los detalles se interpusieran en su tono de venta.
“Al eliminar exenciones tributarias y lagunas legales de intereses especiales que principalmente benefician a los ricos, nuestro marco de referencia asegura que los beneficios de la reforma de impuestos vaya a la clase media, no a los que ganan más. Es un proyecto de ley para la clase media. Eso es en lo que estamos pensando, eso es lo que quiero. Tengo amigos ricos que vienen a mí y dicen, Donald, estás haciendo este plan de impuestos, no queremos nada. Ahora, ellos ganan lo que la economía gana”.
El discurso de Trump ante cientos de conductores de camiones, el trabajo más común en más de la mitad de los 50 estados, estaba dirigido a contrarrestar los puntos de vista de analistas independientes que dicen que el plan de impuesto de los republicanos beneficiaría principalmente a los que ganan más.
La administración Trump, al asumir en enero, predijo que completaría una reforma de impuestos para agosto, pero ahora tiene la vista puesta en completar la reforma impositiva para fines de año.
Sin embargo, paneles del Congreso aún tienen que realizar audiencias y los legisladores demócratas y republicanos tienen visiones muy distintas sobre qué cambios deberían hacerse.
