Los estadounidenses están cada vez más centrados en los mecanismos del sistema de nominación presidencial mientras los republicanos confrontan la posibilidad de que ningún candidato tenga la mayoría absoluta de delegados para la convención nacional en julio.
Aunque tanto los candidatos demócratas como los republicanos intentan ganar el voto popular estado por estado, también están cortejando delegados que por último escogen los nominados en cada partido.
El favorito republicano Donald Trump es ampliamente favorito para las primarias del martes en el estado de Nueva York.
“Entonces el sistema es amañado. Es un sistema sucio. Los jefes están escogiendo los delegados y es algo muy malo”, dijo Trump.
El oponente de Trump, el senador Ted Cruz está montando un esfuerzo para reclutar delegados leales a él y sacarle tantos delegados como pueda al magnate de bienes raíces.
“Tenemos una lista de delegados que están comprometidos a apoyarme en Cleveland. Si no quieren dar la elección general a Hillary Clinton, que es lo que hace la nominación de Trump, entonces les pido que apoyen a los hombres y mujeres en esta lista”, indicó Cruz.
Los candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders también compiten por delegados, pero al menos que Sanders gane virtualmente todos los restantes estados por amplio margen, Clinton es ampliamente favorita para obtener la nominación presidencial con la mayoría de delegados que necesita.
“Valoro cada votante. No descarto ningún individuo, y ciertamente no descarto ningún estado o región de nuestro país”, señaló Clinton.
En el lado republicano, si Trump no logra la mayoría necesaria de delegados, la votación de más de 100 delegados no comprometidos será clave, al igual que la lealtad de todos los delegados, muchos de los cuales pueden votar como crean conveniente en una segunda ronda de votación en la convención.