Un hombre armado al volante de un camión de 19 toneladas atropelló a una multitud que celebraba el Día de la Bastilla en la ciudad francesa de Niza, matando al menos a 84 personas, entre ellos dos estadounidenses.
Se trata de Sean Copeland, de 51 años de edad y su hijo, Brodie Copeland, de 11 años.
Ambos asistían a las celebraciones del Día de la Bastilla sobre el Paseo de los Ingleses cuando fueron arrollados por el camión del ataque.
La familia Copeland se encontraba de vacaciones en Europa y antes de llegar a la Riviera Francesa habían visitado Pamplona y Barcelona en España.
“Estamos con el corazón partido y en shock por la pérdida de Brodie Copeland, un increíble hijo y hermano que nos ilumino nuestras vidas, y la de Sean Copeland, un maravilloso esposo y padre”, dijo la familia en un comunicado.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó condolencias a las familias de las víctimas del ataque en Niza y calificó a Francia como "el aliado más antiguo" de EE.UU.
Asi mimso, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que el ataque en Niza mostró la creciente necesidad de aumentar la acción contra el terrorismo, particularmente en Siria.