Dos policías murieron tras al menos nueve atentados con explosivos cerca de unidades de la fuerza y otras infraestructuras en las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas, dijo el martes el Gobierno de Ecuador, en reacción a un plan oficial en curso para reorganizar las cárceles del país.
El sistema penitenciario de Ecuador ha enfrentado problemas estructurales durante décadas, pero la violencia carcelaria se ha disparado desde finales de 2020, con al menos 400 muertos en frecuentes enfrentamientos.
Seis explosiones fueron reportadas la madrugada del martes en varios sectores de Guayaquil, incluyendo algunas cerca de dos gasolineras, dejando daños de infraestructura, dijo a periodistas el comandante de la policía, Fausto Salinas.
Dos policías murieron en un ataque a una patrulla en los suburbios de Guayaquil y otros dos resultaron heridos en otro ataque a una unidad de la fuerza.
Mientras que en Esmeraldas, cerca a la frontera con Colombia, se reportaron tres detonaciones y unos siete agentes penitenciarios fueron retenidos en la cárcel de la ciudad como una medida de presión para evitar los traslados de los presos, dijo el Gobierno.
Más tarde el martes el presidente Guillermo Lasso informó al presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, su decisión de cancelar un viaje que tenía previsto para el día siguiente con destino a la ciudad de Orlando, en Estados Unidos.
“He decidido cancelar mi viaje personal”, expresó el mandatario en la misiva que hizo pública por medio de un tuit.
El ministro del Interior, Juan Zapata, dijo a periodistas que los hechos violentos se dieron en medio de la ejecución de un plan de reorganización de las cárceles que está impulsando la agencia penitenciaria SNAI.
"Son reacciones a acciones que ha hecho la policía y el Gobierno Nacional sobre el crimen organizado", dijo Zapata. "No vamos a bajar la guardia".
SNAI escribió en Twitter que hasta el momento habían sido trasladados 200 presos desde la Penitenciaría, la cárcel más peligrosa de Ecuador, a otros reclusorios en el país. La entidad agregó que las medidas buscan reducir el hacinamiento y garantizar la seguridad de la población carcelaria.
El presidente Guillermo Lasso ha dicho que las muertes violentas, incluyendo las registradas dentro de las cárceles, se deben a las acciones que ha emprendido para controlar a las bandas de narcotraficantes que utilizan el país como punto de tránsito de droga con destino a Estados Unidos y Europa.
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