El presidente Barack Obama conmutó las sentencias a 58 reos federales que cumplían largas condenas en prisión por delitos no violentos relacionados con drogas.
Dieciocho habían sido sentenciados a cadena perpetua porque la ley así lo obliga, a pesar de que algunos jueces creyeron que el castigo era demasiado severo.
Obama dijo el jueves que muchos delincuentes no violentos son obligados a pagar sus errores con penas que son “excesivamente duras”.
“No tiene sentido obligar a que un delincuente no violento condenado por drogas cumpla un castigo de 20 años, o en algunos casos, prisión perpetua. Un castigo excesivo así, no corresponde con la ofensa. Es malo para los contribuyentes y no nos hace más seguros”, dijo el presidente.
La medida probablemente significa que ya no habrá más reos federales no violentos liberados o que se les reduzca sus sentencias entre ahora y el fin de la presidencia de Obama en enero.
“Como país, debemos asegurarnos que aquellos que se hacen responsables de sus errores puedan regresar a sus comunidades”, dijo. “Es lo correcto. Es lo sabio. Y es algo en lo que seguiré trabajando mientras esté en este cargo”.
Todos los 58 prisioneros cuyas penas fueron conmutadas el jueves estaban en la cárcel por delitos relacionados con el tráfico de drogas o lavado de dinero de la droga.
Solo el Congreso puede reformar las leyes federales que obligan a penas determinadas y Obama dijo que está impulsando esfuerzos republicanos y demócratas por resolver el asunto.
