Piense en un ‘dron’ como una cámara voladora, capturando imágenes imposibles para pilotos humanos en aviones grandes.
Pero hacen más que esto y surcan los cielos en muchos países, con pocas restricciones.
En Inglaterra, entregan sushi como si fuesen un mozo volador. En Sudáfrica, hacen investigaciones de la vida silvestre como los elefantes, impalas, jirafas y mucho más.
Sobre el Océano Pacífico, captura imágenes de ballenas. En Indonesia y China, pronto transportaran oro. En Alemania, el productor Chris Kippenberger crea comerciales de televisión para autos de lujo.
“Usted puede ahora capturar y mantener la acción natural, al volar desde lo alto de un edificio y descender hacia la persona”, dijo Kippenberger.
Los ‘drones’ también han acaparado atención ni esperada, ni solicitada. Dos canadienses fueron encarcelados algunos meses por filmar con un ‘dron’.
En Turquía, la policía le disparó a un ‘dron’ mientras tomaba imágenes de protestas. Y en Japón, ‘drones’ monitorean la planta nuclear en Fukushima y proveen la aerofumigación de cultivos.
En Estados Unidos también intentan dilucidar, a través de audiencias públicas realizadas en el Congreso, cómo regular el uso de ‘drones’ dentro del territorio nacional.
“Estas tecnologías son nuevas y no probadas, particularmente hay muchos asuntos cuando se mezclan con el tráfico aéreo”, explicó David Kirstein, cabildero legislativo.
Por su parte, Leslie Harris, defensora del derecho a la privacidad, asegura que generalmente, la “tecnología está más adelantada que la ley, y toma años que la alcance”.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos estima que, en cinco años, unos 7.500 ‘drones’ llenarán los cielos del país, pero solo luego de haber aprobado la debida reglamentación para su uso.
Este reglamento debe entrar en vigor en un año.
Pero hacen más que esto y surcan los cielos en muchos países, con pocas restricciones.
En Inglaterra, entregan sushi como si fuesen un mozo volador. En Sudáfrica, hacen investigaciones de la vida silvestre como los elefantes, impalas, jirafas y mucho más.
Sobre el Océano Pacífico, captura imágenes de ballenas. En Indonesia y China, pronto transportaran oro. En Alemania, el productor Chris Kippenberger crea comerciales de televisión para autos de lujo.
“Usted puede ahora capturar y mantener la acción natural, al volar desde lo alto de un edificio y descender hacia la persona”, dijo Kippenberger.
Los ‘drones’ también han acaparado atención ni esperada, ni solicitada. Dos canadienses fueron encarcelados algunos meses por filmar con un ‘dron’.
En Turquía, la policía le disparó a un ‘dron’ mientras tomaba imágenes de protestas. Y en Japón, ‘drones’ monitorean la planta nuclear en Fukushima y proveen la aerofumigación de cultivos.
En Estados Unidos también intentan dilucidar, a través de audiencias públicas realizadas en el Congreso, cómo regular el uso de ‘drones’ dentro del territorio nacional.
“Estas tecnologías son nuevas y no probadas, particularmente hay muchos asuntos cuando se mezclan con el tráfico aéreo”, explicó David Kirstein, cabildero legislativo.
Por su parte, Leslie Harris, defensora del derecho a la privacidad, asegura que generalmente, la “tecnología está más adelantada que la ley, y toma años que la alcance”.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos estima que, en cinco años, unos 7.500 ‘drones’ llenarán los cielos del país, pero solo luego de haber aprobado la debida reglamentación para su uso.
Este reglamento debe entrar en vigor en un año.