El esposo de una auxiliar de enfermería española que se curó de ébola dice sentirse amargado por el sacrificio de su perro “Excálibur”, dijo que la pareja lo consideraba como “el hijo que nunca tuvimos”.
Javier Limón dijo que los funcionarios no le dieron oportunidad de argumentar en contra de la decisión de sacrificar a su mascota.
Limón fue puesto en cuarentena en el mismo hospital donde su esposa Teresa Romero fue tratada por el mortal virus.
Las autoridades sanitarias españolas ordenaron la eutanasia del perro el 8 de octubre, por temor a un riesgo de transmisión.
En Estados Unidos, los funcionarios optaron por poner en cuarentena a la mascota de la enfermera Nina Pham, quien se recuperó satisfactoriamente del virus la semana pasada.
Limón dijo que los funcionarios españoles perdieron la oportunidad de estudiar si el ébola puede ser transmitido por perros.
"No acepto su perdón, porque han matado a nuestro perro y a mi mujer casi la matan", alegó.