El Banco Mundial presenta este martes su informe semestral “Perspectivas Económicas Globales” en el cual mostrará de qué manera la situación financiera en Europa y la falta de un acuerdo fiscal en EE.UU. podría afectar a los países en desarrollo.
La revelación de esta data se produce en el marco del anuncio del progreso de Alemania, la primera economía europea a pesar de las duras medidas aplicadas por la canciller Angela Merkel.
El avance ha sido limitado, pero Merkel logró contra todo pronóstico el déficit cero en 2012 en las cuentas estatales, lo que podría representar un mejor escenario para el intercambio comercial con una repercusión positiva en los países en vías de desarrollo.
De igual manera la actual incertidumbre que vive EE.UU. sobre el futuro de la economía del país por la falta de acción del Congreso, en cuanto a la elevación del techo de la deuda pública, podría desencadenar en una “catástrofe financiera”, como mencionó el presidente Barack Obama, que arrastraría consigo el peligro de una nueva recesión mundial.
Ya en 2012 el Banco Mundial reseñó en su informe anual que los países en desarrollo debían prepararse para un largo periodo de inestabilidad económica y volver a prestar atención a estrategias de desarrollo de mediano plazo.
“Los mercados de capitales y el ánimo de los inversionistas seguirán volátiles a mediano plazo, lo que dificulta la formulación de políticas económicas. En este contexto, los países en desarrollo deben enfocarse en reformas que favorezcan la productividad y la inversión en infraestructura en lugar de solo reaccionar a las fluctuaciones diarias en el entorno internacional”, expresó Hans Timmer, Director de Perspectivas económicas mundiales, del Banco Mundial.
La revelación de esta data se produce en el marco del anuncio del progreso de Alemania, la primera economía europea a pesar de las duras medidas aplicadas por la canciller Angela Merkel.
El avance ha sido limitado, pero Merkel logró contra todo pronóstico el déficit cero en 2012 en las cuentas estatales, lo que podría representar un mejor escenario para el intercambio comercial con una repercusión positiva en los países en vías de desarrollo.
De igual manera la actual incertidumbre que vive EE.UU. sobre el futuro de la economía del país por la falta de acción del Congreso, en cuanto a la elevación del techo de la deuda pública, podría desencadenar en una “catástrofe financiera”, como mencionó el presidente Barack Obama, que arrastraría consigo el peligro de una nueva recesión mundial.
Ya en 2012 el Banco Mundial reseñó en su informe anual que los países en desarrollo debían prepararse para un largo periodo de inestabilidad económica y volver a prestar atención a estrategias de desarrollo de mediano plazo.
“Los mercados de capitales y el ánimo de los inversionistas seguirán volátiles a mediano plazo, lo que dificulta la formulación de políticas económicas. En este contexto, los países en desarrollo deben enfocarse en reformas que favorezcan la productividad y la inversión en infraestructura en lugar de solo reaccionar a las fluctuaciones diarias en el entorno internacional”, expresó Hans Timmer, Director de Perspectivas económicas mundiales, del Banco Mundial.