La economía de Estados Unidos, en gran parte cerrada por la pandemia de coronavirus, tuvo su peor desempeño en más de una década a principios de este año, pero la pésima demostración refleja solo una pequeña parte del daño por venir.
El Producto Interno Bruto, PIB, el valor de todos los bienes y servicios producidos en EE.UU., se contrajo a una tasa anual ajustada estacionalmente de 4,8% en el período enero-marzo, ya que tanto el gasto de los consumidores como el de las empresas cayeron drásticamente, dijo el miércoles el Departamento de Comercio.
Marcó la primera caída en la producción desde principios de 2014 y la más pronunciada desde finales de 2008 durante lo peor de la Gran Recesión. Los economistas encuestados por Bloomberg habían pronosticado una disminución del 3,8% en el PIB.
El país ya está sumido en una recesión profunda, aunque probablemente corta. La contracción del primer trimestre probablemente refleja solo una parte de la caída real porque las estimaciones iniciales generalmente omiten algunos datos y tales brechas se acentúan durante los grandes cambios económicos, dice Goldman Sachs. Además, dice la firma, muchos negocios estaban cerrados y no podían ser encuestados.
La economía se desempeñó sólidamente en el primer trimestre hasta que la mayoría de los estados comenzaron a cerrar negocios no esenciales como restaurantes, cines, locales deportivos y la mayoría de las tiendas a mediados de marzo para reducir la propagación del virus.
Los cierres agravaron la situación que reverberó en una industria de viajes que se había detenido casi por completo cuando los estadounidenses rechazaron los vuelos en avión y las estadías en hoteles.