El número de solicitantes de beneficios por desempleo en Estados Unidos cayó la semana pasada a 712.000, el total más bajo desde principios de noviembre, prueba de que menos empleadores eliminan puestos de trabajo al bajar los casos confirmados de coronavirus y multiplicarse las señales de recuperación de la economía.
El Departamento de Trabajo dijo el jueves que las solicitudes de ayuda bajaron en 42.000 con respecto a las 754.000 de la semana pasada. Aunque el mercado laboral se ha fortalecido lentamente, muchas empresas están bajo presión y se han perdido 9,6 millones de empleos desde el inicio de la pandemia hace 12 meses, que devastó la economía.
En febrero se crearon 379.000 empleos, la cifra más alta desde octubre, reflejo de una economía en la que los consumidores gastan más y tanto estados como ciudades mitigan las restricciones a los negocios.
La cifra del jueves, aunque la más baja en cuatro meses, demuestra que los pedidos de prestaciones por desempleo siguen siendo históricamente elevados: antes de la pandemia jamás habían superado los 700.000, ni siquiera durante la Gran Recesión.
En total, 4,1 millones de personas reciben las prestaciones por desempleo tradicionales que otorgan los estados.
Si se cuentan los programas federales suplementarios creados para mitigar los daños económicos ocasionados por el virus, se calcula que unas 20,1 millones de personas reciben algún tipo de ayuda por desempleo.