La cantidad de estadounidenses que solicitaron beneficios por desempleo descendió ligeramente en la semana que terminó el 16 de enero, pero aún sigue estando en un nivel históricamente alto en medio de recortes de puestos de trabajo debido a la pandemia de coronavirus.
El Departamento del Trabajo informó este jueves que las nuevas solicitudes alcanzaron un total estacionalmente ajustado de 900.000, comparado con las 926.00 registradas en la semana anterior.
Los economistas consideran que la cifra pudiera indicar más pérdidas de empleos en las próximas semanas, lo que implicaría un segundo mes consecutivo de recortes.
“Debemos actuar ahora para controlar este virus, estabilizar la economía y reducir las cicatrices a largo plazo que solo empeorarán si no se toman medidas audaces”, explicó la Casa Blanca en un comunicado el jueves.
En el conjunto de acciones anunciadas por el presidente Joe Biden asoma el Plan de Rescate Estadounidense para extender el seguro de desempleo como una de las herramientas más importantes. Se trata de una ayuda económica de 2.000 dólares en ayuda directa a los estadounidenses, de los que el gobierno aportaría ahora 1.400.
“Es fundamental que el Congreso actúe rápidamente sobre las propuestas del presidente y brinde alivio a las familias necesitadas", insistió la Casa Blanca.
La descontrolada propagación de infecciones de COVID-19 en todo Estados Unidos está afectando las operaciones de negocios como restaurantes, gimnasios y otras empresas, reduciendo horas de trabajo para muchos empleados y despidos para otros.
Por otra parte, la economía no se ha podido recuperar de la picada en que cayó desde el otoño, en que el cambio de clima disparó los casos de coronavirus y se agotó la ayuda federal.
El gobierno dijo que 5,1 millones de estadounidenses todavía están recibiendo beneficios por desempleo, de 5,2 millones la semana anterior. Tampoco hay indicios de que la mayoría de los desempleados puedan regresar pronto al mercado laboral.
Entre todo ese panorama, sin embargo, hay señales de que el paquete de ayuda federal de 900.000 millones de dólares aprobado en diciembre esté comenzando a amortiguar la situación, en gran parte gracias a los cheques de 600 dólares para la mayoría de los adultos.