Maryo Mogannam se escabulló en el cine Empire de San Francisco con sus primos mayores para ver "Animal House" cuando tenía 14 años. Vio casi todas las películas de James Bond en el histórico cine-arte y llevó a su esposa allí en algunas de sus primeras citas.
El cine, que exhibió películas desde la era del cine mudo, avisó en febrero que cerraba de forma permanente debido al impacto del COVID-19. La marquesina ahora está en blanco y cartones y papeles cubren la ventana de la taquilla.
"Es como perder a un amigo", dijo Mogannam, ahora de 57 años, propietario de un punto de venta minorista cerca del cine, que había sido rebautizado como CineArts en el Empire.
A medida que los estadounidenses vacunados salen de sus casas, también pueden encontrar que el cine de su vecindario ya no está allí para recibirlos.
Una cadena de ocho cines en Nueva Inglaterra dijo que no volverá a abrir. La misma suerte golpeó a un cine-arte de Houston muy querido por el director Richard Linklater y, en un golpe a Hollywood, a más de 300 pantallas dirigidas por Pacific Theatres en Los Ángeles. Eso incluye el Cinerama Dome, lugar de varios estrenos de películas con alfombra roja.
Tras un año de cierres, los cines enfrentan facturas de alquiler vencidas, además del impulso de las compañías de medios que buscan atraer clientes a los servicios de streaming.
Hasta una cuarta parte de las cerca de 40.000 pantallas de Estados Unidos podrían desaparecer en los próximos años, dijo el analista de Wedbush Securities Michael Pachter.
La Asociación Nacional de Propietarios de Cines rechaza esa estimación, dijo el portavoz Patrick Corcoran, quien señaló que advertencias similares y sombrías habían surgido con la llegada de la televisión y el cambio a las pantallas digitales.
Los cineastas de Hollywood quieren que las salas prosperen.
"Es el único lugar donde domina el arte", dijo el director de "Avatar" James Cameron. "Cuando ves algo en streaming, las otras personas que están contigo en la habitación pueden intervenir, hacer una pausa para ir al baño, enviar un mensaje de texto", agregó.
En los cines, "literalmente hacemos un pacto con nosotros mismos de ir y pasar dos o tres horas en un disfrute focalizado en el arte", afirmó.
"Tener a 300 personas riendo y llorando al mismo tiempo, extraños, no solo tu familia en tu casa, eso es algo muy poderoso", dijo Chloe Zhao, la directora nominada al Oscar a la Mejor Película por "Nomadland".
En los Premios Oscar del domingo, la industria cinematográfica "defenderá la importancia del cine", dijo la productora Stacey Sher. Si bien reconoce las dificultades de la pandemia, "también tenemos que luchar por el cine y nuestro amor por él y la forma en que nos ha ayudado a superar cosas".
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