“Evidentemente tiene que ver con las sanciones, es un tema que no es menor” asegura el economista Julio Márquez, en referencia a la decisión de China National Petroleum Corporation (CNPC), de suspender las actividades, que a través de Sinovensa, su filial en Venezuela, mantenía en el país.
El experto en materia económica y profesor universitario destaca que recientemente la agencia de noticias Reuters publicó que Sinovensa, propiedad conjunta de CNPC y PDVSA, tenía previsto elevar su capacidad de producción a unos 180.000 barriles de petróleo diarios en el próximo trimestre.
“Sorprende tremendamente que el lapso de al menos tres meses decidan parar operaciones” dice Márquez a la Voz de América.
Esta medida, tiene importantes consecuencias para el gobierno en disputa de Nicolás Maduro, pues repentinamente dejan de producirse 117.000 barriles de petróleo, lo que de acuerdo al economista se traduce en aproximadamente el 15% de la producción económica.
Sin embargo, considera que más allá del impacto económico, las consecuencias son políticas pues “es un cambio de seña que está dando el gobierno chino al apoyo irrestricto que tenía para con el régimen de Maduro”.
El economista Luis Oliveros coincide y agrega que otra de las posibles razones que llevó a la empresa a tomar la decisión fue por la falta de pago de cerca de 50 millones de dólares.
“Cincuenta millones de dólares en la industria petrolera es prácticamente nada, entonces uno puede inferir que pareciera que esa empresa o se cansó de hacer operaciones con Venezuela o está sintiendo el riesgo de estar aquí versus las sanciones de EE.UU.” sostiene Oliveros.
Oliveros también subraya que EE.UU. y China están en medio de una disputa comercial y que “tal vez dentro de ese arreglo uno puede pensar que Venezuela esté en esas negociaciones”.