El activista de oposición ecuatoriano Dr. Carlos Figueroa era perseguido por el gobierno cuando su correo electrónico y sus cuentas de Facebook fueron interferidos, dice la agencia de noticias Associated Press.
La agencia afirmó el jueves que la información digital de varias docenas de colegas de Figueroa también fue hackeada y afirma tener evidencia indisputable de que Figueroa fue hackeado por la agencia de espionaje de Ecuador.
En la operasión, según AP, se habría utilizado un programa de software hecho especialmente por una compañía italiana llamada Hacking Team, que crea herramientas digitales de hackeo para gobiernos.
La información convierte a Figueroa en la primera persona públicamente identificada de un catálogo de más de un millón de emails de la compañía robados por un hacker desconocido y filtrado en internet el mes pasado.
AP también expresa dudas sobre las afirmaciones de Hacking Team de que sus programas de intrusión, que además interceptan llamadas telefónicas y registran los “tipeos” del teclado, son para uso contra delincuentes y no contra disidentes, contrario a las afirmaciones de funcionarios ecuatorianos que dicen no espiar a los opositores en el país.
Los emails de Hacking Team han puesto al descubierto el espionaje digital de gobiernos en todo el mundo, causando indignación en Corea del Sur, donde un espía delatado se suicidó, y en Chipre, donde el jefe del servicio de inteligencia renunció luego de que se conociera la información.
Los correos electrónicos fueron colocados en línea por WikiLeaks que facilitó su búsqueda en internet.
El director de SENAIN, Rommy Vallejo dijo la semana pasada a un grupo de periodistas que su agencia no espiaba a oponentes políticos, y declinó hablar sobre los vínculos de su agencia con Hacking Team.
AP indica que el vocero de Hacking Team, Eric Rabe, dijo que la política de la compañía no permite identificar a los clientes.
Por su parte César Ricaurte, director de Fundamedios, un grupo activista independiente defensor de los derechos de la prensa afirmó que en Ecuador “está ocurriendo una especie de guerra digital”.
