Las Fuerzas Armadas de Ecuador realizaron el viernes varios operativos en la ciudad de Durán para contrarrestar la ola de violencia que se ha cobrado siete muertes en 24 horas.
Efectivos militares fuertemente armados acompañados de tanquetas patrullaron desde la madrugada las calles de los lugares más conflictivos y realizaron un control de armas y explosivos “con la finalidad de bajar los índices de inseguridad que azotan la zona”, informó el viernes el Ejército en su cuenta oficial de la red social X, antes llamada Twitter.
Según cifras de la Policía hasta el 31 julio se habían registrado 130 muertes violentas en esa ciudad, pero en menos de dos meses la cifra ascendió a 190.
El coronel Jorge Hadathy, jefe policial en Durán, dijo vía telefónica a The Associated Press que esta semana “el día que más muertes violentas tuvimos fueron siete”. Una de ellas quedó grabada en video en el que se observa cómo un hombre fue acribillado el miércoles dentro de un popular mercado por un encapuchado.
Ante el hecho, la municipalidad estableció la víspera horarios reducidos para la atención en los mercados de la ciudad y la custodia de guardias municipales.
En otra zona de Durán un hombre que circulaba en bicicleta también fue asesinado, mientras a pocas cuadras un equipo especializado de la policía desactivó un artefacto explosivo ubicado frente a una vivienda.
El propio alcalde de la ciudad, Luis Chonillo, fue víctima de un atentado el día en que asumió el cargo en mayo. Chonillo se salvó de milagro pero tres personas murieron en el ataque armado.
En junio el fiscal de Durán, Leonardo Palacios, fue asesinado a tiros por sicarios mientras se dirigía a su vivienda luego de finalizar una audiencia y en agosto Miguel Burgos, un directivo de la alcaldía, también fue ultimado a balazos mientras circulaba en un taxi. El conductor y su custodio también murieron en el ataque.
A inicios de septiembre el concejal Bolívar Vera fue secuestrado y apareció muerto un día después.
La alcaldía ha solicitado que los estudiantes tengan clases virtuales por el peligro que representan para sus vidas los continuos enfrentamientos armados que se registran en la ciudad. Al menos dos niños de cinco y 11 años y una recién nacida murieron en los últimos dos meses en medio de esos ataques.
En Durán, una ciudad de 300.000 habitantes ubicada a 264 kilómetros al suroeste de la capital, rige desde julio un estado de excepción decretado por el gobierno debido a sus altos índices de violencia.
Según las autoridades policiales, la violencia es consecuencia del enfrentamiento entre bandas rivales por el control del territorio para el tráfico de drogas.