El parlamento de Gran Bretaña aprobó la polémica subida de las matrículas universitarias que podría hasta triplicar los costes.
Tras cinco horas de debate, el proyecto de ley fue aprobado por 323 votos a favor frente a 302 en contra, con una diferencia de sólo 21 votos frente a la amplia mayoría que posee la coalición gubernamental en la Cámara de los Comunes.
A lo largo de las últimas semanas, y hoy con especial intensidad, cientos de estudiantes se manifestaron en Londres en contra de los recortes en educación y un aumento del triple del coste de la matrícula universitaria.
El coche en el que viajaban el príncipe Charles y Camila Parker fue atacado por los manifestantes, que le lanzaron objetos ante la expectación de la pareja desde el automóvil.
Durante todo el día los estudiantes congregados frente al parlamento buscaron presionar a los parlamentarios para revertir el curso de las medidas que pretenden recortar $128.000 millones de dólares y que provocaría la pérdida de decenas de trabajos en el sector público, así como la supresión de varios programas gubernamentales de ayuda en educación.
Entre esas medidas, el gobierno propuso elevar las tasas de matrícula universitaria de $4.700 dólares anuales a unos $14.000 dólares. A cambio, propuso elevar el nivel de ingresos en el que los graduados deben comenzar a pagar los préstamos estudiantiles y haciendo más estudiantes a tiempo parcial que pueden beneficiarse de los préstamos.
Los jóvenes lanzaron bengalas, bombas de pintura e incluso derribaron las barricadas que la policía había formado para instalar un cordón de seguridad bajo el lema ‘la educación no se vende’.
La votación de esta medida suponía una prueba para el gobierno de David Cameron que busca reducir el déficit presupuestario de Gran Bretaña.
“En las circunstancias en que nos enfrentamos, donde no hay mucho dinero alrededor, donde muchos millones de personas más se les pide que hagan sacrificios, donde muchos jóvenes en el futuro desea ir a la universidad, tenemos que encontrar una solución para todo eso ", dijo Nick Clegg, líder de los liberal-demócratas en unas declaraciones a la BBC.
